Schlossberg 98. Un gran sí a los blancos alemanes

Hoy catamos un Berg Schlossberg 1998. Gutsabfüllung Georg Breuer. Rüdesheim. Rheingau (Alemania).

Ignacio Peyró. 08/03/2017

A la hora de hablar de los grandes blancos secos del mundo, el aficionado rara vez dirá algo distinto de ‘Borgoña’ o de los rieslings alemanes. Es una desdicha que estos vinos sean aquí tan poco conocidos, cuestión que se debe -más allá de nuestro relativo poco consumo de blancos- a la complejidad de sus demarcaciones geográficas, de sus métodos de elaboración -recordemos que en Alemania abundan dulces y semidulces- y de una legislación envenenada a la hora de otorgar una nomenclatura según la calidad.

La barrera idiomática, por su parte, tampoco ayuda, como en tiempos tampoco ayudó, en toda Europa, que buena parte del blanco alemán de consumo masivo fuera de muy mala calidad: vinos pálidos, de muy escaso grado, con un punto dulce por lo general ajeno al paladar español. Con esta cata queremos invitar a ahondar en los vinos alemanes a través de uno de sus mejores elaboradores y con un fenomenal grand cru, muy seco, que se encuentra en un momento estupendo a dieciocho años de su vendimia. (Nota de I. Peyró y J. Rocamora).

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Georg Breuer fue el impulsor del dominio que lleva su nombre

1. La Bodega y los personajes.
La Bodega Georg Breuer se fundó en 1880, en la ciudad de Rüdesheim, justo donde el Rin, en su curso hacia el oeste, gira de nuevo hacia el norte en la zona más occidental del Rheingau. Georg Breuer (1910-1982) fue el impulsor del dominio que lleva su nombre desde mediados del siglo XX. En los años 80, la gestión de la bodega pasa a manos de sus hijos, Heinrich y Bernhard. Fue el segundo, Bernhard, quien más se movió. Compraron viñedos nuevos, entre ellos el excelente ‘monopole’ Nonnenberg, en Rauenthal, y elevaron el número de hectáreas de viñedo propio hasta 30. 

Estas 30 hectáreas en la actualidad se reparten entre las 23 de Rüdesheim y las 7 de Rauenthal. En Rüdesheim poseen tres de los mejores viñedos de la zona, concretamente en la Rüdesheimer Berg: Berg Schlossberg, Berg Rottland y Berg Roseneck; en Rauenthal destaca ese pago exclusivo, Nonnenberg.

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Desde 1990 cada añada tiene una etiqueta diferente, ilustrada por un artista

De estos viñedos elaboran distintos vinos: en primer lugar un ‘grand cru’, seco, de cada uno de ellos (Berg Schlossberg, Berg Rottland, Berg Roseneck y Nonnenberg); un ‘segundo’ vino de estos pagos en el que seleccionan las viñas de las ‘cuestas más escarpadas’ y que embotellan bajo una única etiqueta (Terra Montosa); además de dos ‘villages’ (Rüdesheim Estate, Rauenthal Estate) y de cuatro genéricos Rheingau: un riesling seco, uno semidulce y pinots noirs (Sauvage, Charm, Rouge, Jeux).

Asimismo elaboran vinos dulces, entre los que destacan los Auslese, BA y TBA; los pinots: pinot gris y pinot noir en sus dos versiones, la ‘normal’ y de nuevo la selección de ‘cuestas escarpadas’, que aquí lucen una ‘B’ en la etiqueta; y por supuesto sus Sekt (espumosos): Riesling Brut, Spätburgunder Rosé y su Georg Breuer Brut.

Tiene una gama de vinos muy variada
Tiene una gama de vinos muy variada

Ya se ve que Bernhard Breuer fue un hombre atípico. Emprendedor donde los haya, a principios de los 80 empieza a hablar de métodos impensables hasta entonces: bajar los rendimientos, seleccionar los pagos y clones, esperar en la vendimia para mejorar maduraciones; en definitiva, mejorar la calidad y establecer distinciones entre diferentes calidades.

Para ello, en 1983 impulsa la ‘Charta’ en el Rheingau: una asociación de productores dentro de la VdP que se autoimponen una serie de reglas para aumentar la calidad de sus vinos y establecer diferencias entre pagos. Perfeccionista irredento, deja la VdP en el año 2000 y concentra sus esfuerzos en mejorar la calidad de sus vinos. Impulsor de los riesling secos de pago y de las elaboraciones subsiguientes en calidad al estilo francés: pago, village, genérico; de los sekt con ambiciones y del vino tinto criado en barrica. De ahí su gama de vinos tan variada.

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La montaña del castillo en la montaña es la tracucción de ‘Berg Scholossberg’

2. El Pago: ‘Berg Schlossberg’
Es el pago más occidental de Georg Breuer en Rüdesheim. La traducción literal del nombre ‘Berg Schlossberg’ vendría a ser algo así como la ‘montaña del castillo en la montaña’ (el nombre del  castillo concretamente es Ehrenfels). El pago se ubica en una ladera escarpada del margen derecho del Rin, justo enfrente de la curva que desvía su curso oeste de nuevo hacia el norte. El río se estrecha en esa zona de aguas más rápidas y deja (o dejaba) a los atrevidos navegantes que antaño se aventuraban por el paso a merced de los señores del castillo de Bröms, en lo alto de la montaña, que no dudaban en cobrar peaje por su sana costumbre de acompañar a las embarcaciones hasta aguas más lentas, apoyando su petición a punta de cañón desde lo alto de la torre, claro está. Hoy no hay cañones, ni peaje, pero sí que quedan las ruinas del castillo bien rodeadas de viñas viejas.

Su suelo es de pizarra desmoronada y de cuarcita (que adquiere un color berenjena). Laderas de hasta un 70% de pendiente. Esa pendiente obliga al trabajo manual del viñedo. Tanto la orografía como la composición del suelo permiten además que sea un pago que se seca muy rápido y que necesita por lo tanto agua constantemente. Las cepas más viejas, con sus raíces muy profundas, o las plantadas en zonas más altas y más frescas, dan sus mejores frutos. El viñedo tiene unas 3 ha, de las que 2,5 son sólo de riesling y del que se embotellan, en vino seco, unos 5.000 litros aproximadamente.

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Vinos Georg Breuer, los alemanes blancos más destacados

3. Precata.

  • Uvas. 100% Riesling.
  • Añada 1998. Fue un año caluroso, que en Borgoña dio vinos blancos con poca acidez. En Rheingau, más al norte, no fue tan grave.
  • Elaboración: El mosto fermenta con levaduras autóctonas en los toneles clásicos del Palatinado y Rheingau, de roble alemán; los llamados ‘Stück’ tienen una capacidad de 1.200 l, y de 2.400 l los ‘doppel Stück’. El vino permanece en ellos hasta el embotellado, habitualmente en la primavera siguiente a la cosecha.
  • Corcho. Excepcional.
  • Etiquetado. Desde 1980, en cada añada de Berg Schlossberg la etiqueta va ilustrada por un artista que la bodega invita a colaborar.
Georg Breuer
Berg Schlossberg tiene grandes añadas

4. Cata.

  • Botella jarreada. El vino se abrió enseguida. Fue ganando al airearse.
  • Color. Amarillo pálido-verdoso, con tímidas irrisaciones doradas: no da la impresión de ser tan viejo. Muy clarito: capa baja. Limpio y brillante.
  • Nariz. Notas muy nobles. Complejo: Mineral (granito mojado), flores, hierbas aromáticas, heno recién cortado, miel, cítricos (hoja de limonero)… Pocos hidrocarburos –nota típica en los rieslings.
  • Boca. Muy seco, y muy frutal. Acidez cítrica. Al principio parece frágil y falto de carácter, pero luego, se presenta muy vigoroso y con nervio –cosa no rara en los rieslings.
  • En conjunto. Un vino seco, de gran finura y delicadeza, que está en muy buen momento.
Vino blanco. Foto: enoturismoweb
¿Por qué no atrevernos con los blancos alemanes?

5. PVP. 89,90 €, en mesa. En Vilaviniteca, el 2013 está a 66,95 €. En wine-searcher, el precio del 2001 es de unos 175 €.
6. Calificación. 9,6.

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