¡¡Vino para adelgazar!!

Recientes estudios científicos demuestran que el vino es un buen aliado para controlar nuestro peso.

Se acerca el buen tiempo y, como cada año, parece que el verano nos anima a empezar una dieta para perder esos kilitos de más que hemos ganado durante el invierno. El vino es un alimento que nos puede ayudar. Estudios científicos, recopilados por la Fundación para la Investigación del Vino y la NutriciónFIVIN, corroboran que el consumo moderado de vino ayuda a quemar la grasa corporal. Por descontado, el llevar una alimentación y un estilo de vida saludable, es básico, pero podemos tener en cuenta la inclusión de un consumo moderado y responsable de vino.

El resveratrol presente en el vino tiene un gran poder antioxidante y nos ayuda a quemar grasa

¿Cómo nos ayuda el vino a la hora de seguir una dieta de pérdida de peso? Existe un compuesto fenólico presente en la piel de las uvas tintas que permite quemar grasas, el resveratrol. Un componente que también ayuda en la prevención de enfermedades como el alzheimer. El resveratrol tiene un gran poder antioxidante capaz de mejorar el rendimiento físico, la fuerza muscular y la función cardíaca. Tomar una o dos copas de vino equivaldría a una sesión de cardio en el gimnasio, que es la dosis diaria recomendada (250 ml/día). La ingesta de vino implica que el cuerpo consume más calorías y en consecuencia, ayuda a mantener un peso más saludable.

Según, el estudio de la Universidad Estatal de Washington frutas como la uva permiten convertir la grasa blanca (que es el que almacena energía en forma de grandes gotas de grasa) en grasa marrón (que tiene gotas mucho más pequeñas y las quema) produciendo calor. De modo que el resveratrol puede prevenir parcialmente la obesidad. Otro valor del vino son sus compuestos fenólicos presentes en la uva tinta, que se dividen en dos: flavonoides y no flavonoides. Estos últimos residen en el resveratrol y actúan sobre los radicales libres que dañan las células y, a la vez, tienen un efecto neuroprotector.

El resveratrol puede prevenir parcialmente la obesidad

El estudio de la Escuela de Salud Pública Chan de Boston explica que los flavonoides ayudan a no ganar peso. Por ello es recomendable llevar una dieta rica en alimentos con flavonoides. Además del vino, los flavonoides se encuentran en varias frutas y verduras, en el chocolate amargo o los frutos secos, por ejemplo. También está contrastado que el vino tinto contiene vitaminas A, C y B, así como una acción bactericida. Además, funciona como un depurador del colesterol del organismo (ayuda a reducir el colesterol malo -LDL- y aumentar el bueno -HDL-)

El vino contiene vitaminas A, C y B

Según ha confirmado a través de declaraciones la famosa nutricionista Tanya Zuckerbrot para Women’s Health, es posible disfrutar de una copita (o dos) al día y no engordar un gramo. La experta solo pone dos condiciones: la moderación y que la bebida sea vino. Al contrario de lo que la mayoría cree, el vino no es en absoluto el enemigo de los regímenes si nosotros no queremos que así sea. Es decir, si bebes tres o cuatro copas de vino al día, o si no bebes nada y el fin de semana te metes de golpe una botella, lo más probable es que tu dieta no tenga el efecto deseado y que pongas en grave riesgo tu salud.

Puedes incluir el vino en tu dieta si así te lo indica tu especialista

Pero si te tomas un par de copas con los amigos, en la soledad de tu hogar o en una cita, no tendrás ningún tipo de problema con los michelines, y además mejorará tu salud. Zuckerbrot afirma que una copa de vino tiene menos calorías que un plátano, menos de 100 calorías, una cifra que «pasará inadvertida para tu cuerpo», afirma en declaraciones recogidas en el diario El Confidencial.

Como todo en esta vida, la ingesta de vino requiere moderación

Los investigadores del grupo de investigación en Nutrigenómica, del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la URV, han comprobado que administrar una subfamilia de compuestos fenólicos del vino -conocida como proantocianidines-, en casos de obesidad, permite que las células del cerebro recuperen la sensibilidad a la leptina. Consecuentemente, estas células ponen en marcha una serie de mecanismos compensatorios para reducir inmediatamente la ingesta y disminuir el exceso de grasa corporal. Está más que demostrado que el vino no engorda. Pero como todo en esta vida, es una cuestión de equilibrio. Bebe con moderación.

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