Las 10 iglesias más espectaculares para casarte
Orar es un acto íntimo y personal, un acto para limpiar el alma, esta semana os enseñamos las iglesias más espectaculares del nuevo siglo.
Hace diecisiete años comenzó un nuevo siglo y con él, han nacido una nueva oleada de centros religiosos de diversas formas, aprovechando los conocimientos de los diseñadores más variopintos del orbe, para contribuir a darnos un lugar donde orar, organizar reuniones de creyentes o realizar las celebraciones más reconocidas de nuestra fe (sea cual fuere). La arquitectura sirve en estos casos como elemento protector y, al mismo tiempo, como reclamo religioso.
La más increíble de estas iglesias, por su lejanía estética con cualquier forma religiosa, se ubica en Taiwán, y si te encuentras a punto de viajar a la zona (o ya estás allí) no podemos más que rogarte que la visites, sin duda, un selfie con un zapato gigante de mujer, vale su peso en oro. Su función turística la cumple de sobra, aunque no sabemos si realmente serán muchas las parejas que optarán por casarse allí… En todo caso, seguro que los más avezados calculistas de estructuras articuladas jamás se habrían imaginado trabajar en una así, con forma de zapato de Cenicienta de 16 metros de altura y compuesta por una envolvente de 320 cristales tintados, increíble es poco.
La más enrollada de estas iglesias de nuevo cuño se encuentra en Japón, y lo de enrollada no va con segundas… ¡Basta con ver su exterior! (soy fan de esta iglesia). Su arquitecto, Hiroshi Nakamura, dice que al enlazar dos escaleras en espiral en la coronación del edificio se dio cuenta que encarnaba un acto de matrimonio en la forma más pura… (que cosas se dicen), en fin, que vale la pena viajar hasta allí y disfrutar de esta obra, o, mejor, buscar la forma de casarse allí, en el jardín del hotel resort, BellaVista Spa & Marina Onomichi, en Onomichi (obvio), Hiroshima, por favor, no dejes de invitarme al enlace 😉
La más innovadora se construyó en Italia, a principios de siglo y se llama Iglesia del Júbilo (bonito nombre). Su arquitecto, Richard Meier, usó el color blanco como símbolo de pureza, aunque esto no le impidió que este blanco se hiciera con un hormigón muy especial… ¡uno capaz de absorber CO2 de la atmósfera! (sí, una iglesia purificadora). El proyecto abarcó la iglesia, un centro parroquial, con oficinas, auditorio y salón de usos múltiples. Dice el arquitecto que sus tres paredes curvas se identifican con la Santísima Trinidad, a la vez que con las velas de un barco. Las tres velas están ejecutadas por 78, 104 y 176 paneles prefabricados, y la altura máxima es de 26 metros.
La más rápida en construirse (menos de un año) se encuentra en la ciudad austriaca de Hainburg y lleva el nombre de Martin Luther Church, además, se puede decir que es, también, la iglesia con la claraboya más rara del mundo. Una claraboya formada por planchas de acero de 8 milímetros con formas curvas, realizadas en un astillero, estas planchas transmiten su carga a los cuatro pilares que la sostienen mediante un entramado metálico (ya se sabe, si quieres rapidez utiliza metal). El campanario de la iglesia se sitúa fuera de ella en una torre de 20 metros que pesa 8 toneladas de acero de entre 8 y 16 milímetros de espesor.
La que menos se parece a una iglesia (para mi gusto) se encuentra en Milán, Italia, y responde al nombre de Iglesia de la Resurrección de Cristo. Se trata de la reforma de un antiguo almacén eclesiástico construido por un grupo de curas obreros de los años sesenta. La fachada se compone de láminas verticales de piedra clara, piedra gris, de zinc y de vidrio serigrafiado y están dispuestas para que su imagen cambie según la orientación del sol.
La más impactante de las iglesias de reciente cuño se halla en México, la Iglesia San Josemaría Escrivá se ha construido a finales del año 2009 por los arquitectos Sordo Magdaleno. Su base tiene la forma de un pez, desde ella se elevan dos enormes paredes desplazadas de forma curvilínea, paredes que no llegan a tocarse provocando que la luz entre de forma longitudinal por la cubierta y la fachada del edificio. En el exterior el zinc nos protege y en el interior tiras de madera cubren la impresionante iglesia. Si no te sientes sobrecogido dentro del edificio, en serio, tienes un problema.
La más rotunda e inamovible iglesia se encuentra en Corea del Sur, un edificio monumental (por su tamaño) y sencillo (en sus formas) que nos recuerda los sólidos cimientos de la fe. Sus arquitectos, Nameless Architecture (con sedes en Seúl y Nueva York) han confiado en el hormigón para dar forma al complejo, según ellos «el hormigón revela su solidez como una metáfora de los valores religiosos que no se cambian fácilmente en una era de imprevisibilidad», yo, no lo hubiera expresado mejor.
La más ecológica de las modernas iglesias de este siglo está en el pueblo de Knarvik, en Oslo, Noruega. Tiene 2.250 metros cuadrados y fue diseñada por el estudio de arquitectura Reiulf Ramstad Arkitekter para el concurso que se celebró en el año 2010. Su construcción finalizó en el año 2.014 y se compone de un volumen principal cuyo culmen es una pirámide en una esquina del edificio. Según los diseñadores, la iglesia respeta la tradición de los Fiordos de construir capillas de madera, así lo van a comprobar las 500 personas de aforo del salón principal, revestido por madera de pino al interior… ¡y al exterior!
La más coqueta de todas las que hemos visionado es una “pequeña” capilla de 120 metros cuadrados en México, la Capilla del Atardecer. Se trata de un encargo religioso que recibía Bunker arquitectura, para el cuál se basaron en el contraste que suele darse en las iglesias: celebrar el primer día en la vida de una nueva pareja y lamentar la muerte de un ser querido, así, explotaron al máximo estos opuestos: vidrio contra hormigón, transparencia contra solidez, etéreo contra pesado, proporciones clásicas contra caos aparente, vulnerable contra indestructible, efímero contra duradero. El resultado esta sólida capilla entre árboles, levitando sobre las rocas de granito de un hermoso rincón de los cerros de Acapulco.
La más exuberante está en la capital de España, Madrid, se trata de una parroquia que no deja impertérrito a nadie, a N-A-D-I-E, un edificio diseñado por Vicens + Ramos, cuya disposición longitudinal se adapta al solar de los propietarios (el Obispado de Alcalá de Henares) y que responde a la necesidad de ubicar en él la iglesia, sus oficinas y la vivienda del párroco. Los arquitectos explican en su web que tuvieron que realizar dos propuestas antes de aprobaran esta última, la más sencilla y económica. Una nave con estructura metálica recubierta del siempre llamativo Acero Corten, cuya parte final se compone de unas protuberancias que señalan al cielo, por supuesto.
