Vinos de Andorra, los valientes de los Pirineos

Ahora que se oye tanto hablar de los vinos de altura, quizás es el momento de fijarnos en el trabajo de unas pocas bodegas que están establecidas en Andorra.

Todos conocemos Andorra como un pequeño país situado en los Pirineos entre España y Francia. Cuenta tan solo con unos 70.000 habitantes y una extensión que no supera los 500 km2. Conocemos de Andorra sus magníficas pistas de esquí, sus majestuosos y bellísimos paisajes, el turismo de compras o las estancias relajantes en balneario. Pero, además de todo ello, existen unas pocas personas que mezclan, según algunos, la valentía y la inconsciencia, pues elaboran en condiciones extremas, los vinos de Andorra.

Todas las microproducciones elaboradas en Andorra se aglutinan en cuatro pequeñas bodegas. Es curioso porque las extensiones de terreno dedicadas a la vitivinicultura en Andorra no se miden en hectáreas, sino casi casi en metros cuadrados.

Cim de Cel vio la luz en 2006

Casa Beal fue la pionera en 1984 en replantar las variedades que mejor se iban adaptando a las condiciones geográficas y climatológicas en la zona de Sant Julià de Lória siendo la Gewürztraminer la elegida para elaborar su Cim del Cel que vio la luz en 2006 siendo el primer vino andorrano del siglo XXI.

Borda Sabaté elabora el Escol

Borda Sabaté elabora el Escol con Riesling y el Torb, con un coupage de Cornalin, Syrah y Merlot también en Sant Julià. Trabajan manualmente las 12 terrazas donde tiene plantadas las viñas y están en constante experimentación para mejorar la calidad de sus vinos de altura.

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Casa Auvinya es la tercera bodega que os presento y que inicia su andadura en 2005. Conscientes de que la paciencia en el mundo del vino es una premisa, adoptan otras tales como la sostenibilidad y el respeto por el entorno. Fueron los primeros en elaborar un vino tinto andorrano con Pinot Noir y Syrah. Un proyecto familiar que ofrece unas visitas más que amenas y sorprendentes por lo difícil de su trabajo.

La masía de Celler Mas Berenguer data del año 902

Termino con Celler Mas Berenguer, una masía del año 902 y que pasó de padres a hijos hasta el 1714, por lo que se rindió homenaje al abrir la bodega en 2011 dejando así el nombre de un legado de más de ocho siglos. Elaboran con chardonnay el Tancat de Rocafort y tienen una sorpresa en forma de burbujas que hay que conocer sin duda y que acuña el nombre de 902 d.c. en claro homenaje a la fecha inaugural de la edificación.

Solo puedo terminar diciendo que esto no ha hecho más que empezar.

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