Niños con dificultades: ¿Cómo se detectan en la escuela?

Una gran parte de las alteraciones infantiles no presentan secuelas físicas.  La escuela infantil será nuestra gran aliada en la detección de trastornos del desarrollo.

Patricia Peyró. 23/05/2017

Algunos niños con ciertas anomalías del desarrollo, como pueda ser el Síndrome Down, presentan ciertas características físicas que facilitan su diagnóstico temprano, pero lo cierto es que muchos trastornos neurológicos, de desarrollo o del aprendizaje, no se aprecian físicamente en el niño nada más nacer. Lejos de eso, empiezan a acusarse más tarde, a veces incluso después del año y medio de vida. Su detección se va produciendo a medida que no se observan ciertas habilidades o comportamientos correspondientes a su periodo evolutivo y cognitivo.

“Las escuelas infantiles, a las que se accede desde los pocos meses, deben estar atentas y preparadas para detectar las señales”, según afirma Cristina López de Urda, una de las psicopedagogas del equipo Cero6, la empresa de consultoría educativa de la Escuela Infantil Nemomarlin, donde aplican una serie de preceptos para detectarlo y trabajan conjuntamente con los padres cuando aparece algún caso, siguiendo un protocolo.

López de Urda, psicopedagoga y maestra infantil, junto con sus compañeras de equipo, Yoana Campeño, doctora en psicopedagogía, y Nuria Merchán, educadora en atención temprana, nos ofrece los siguientes consejos para saber, desde la escuela infantil, si nuestro hijo tiene algún tipo de dificultad.

Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje, eso hay que respetarlo

Confía en los profesionalesSi sospechas que tu hijo no se está desarrollando al ritmo que debería en algún aspecto, coméntaselo al pediatra, a su educadora y a la psicopedagoga del centro, si dispusiera de ese servicio. Ellos podrán orientarte como profesionales acerca de lo que hayan observado y si realmente hay motivo para preocuparse o simplemente forma parte de su desarrollo.

Comunícate y no te guardes tus preocupacionesEs muy importante compartir tus preocupaciones e intercambiar información con aquellas otras personas que tienen contacto con el niño, ya que en muchas ocasiones las conductas que muestran en los distintos contextos son muy diferentes.

Si tienes dudas sobre las capacidades de tu hijo, compártelo

Ten en cuenta que cada niño es diferenteEl desarrollo del niño es un proceso dinámico y, si bien hay patrones generales de desarrollo, no todos los niños van a alcanzar esos hitos evolutivos del mismo modo y a la misma edad, y puede variar en un periodo de entre 3 y 6 meses. La madurez para conseguir aprendizajes se va adquiriendo de forma progresiva, pudiéndose producir estancamientos o incluso retrocesos en este proceso. Es importante respetar los ritmos de maduración de cada área, teniendo en cuenta la individualidad del niño.

No te obsesiones. No busques en Internet intentando “diagnosticar” posibles trastornos. Este tipo de información la deben manejar los profesionales y ésta es la razón: cuando buscamos es porque estamos preocupados y esto mismo nos puede hacer ver cosas donde no las hay.

El papel y observaciones de la tutora y otras cuidadoras son muy importantes

¿Cómo se detectan las dificultades?  Según las expertas y asesoras de Nemomarlin, por este orden y de la siguiente manera:

  1. El equipo psicopedagógico de la escuela, junto al equipo educativo del centro valora la consecución de los hitos evolutivos en función de la edad. Ejemplos son el gateo, la coordinación óculo-manual o la pinza digital. Un aspecto realmente importante es el mantenimiento del contacto visual, así como la atención a su propio nombre.
  1. En paralelo, habrá que hacer observaciones longitudinales (a lo largo del tiempo y en varias sesiones) para ver cómo se desenvuelve en su entorno más natural, fijándose en cómo es el niño en el aula y en su interacción con el resto de compañeros.
Hay que contrastar el trabajo y desempeño del pequeño con el de sus compañeros de la misma edad sabiendo que existe un margen variable en tiempo para cada niño
  1. Se interactúa con él para ver cómo responde a determinados estímulos y así responder a ciertas cuestiones: ¿El niño atiende a órdenes sencillas? ¿Responde a los estímulos sociales?
  1. Se intercambia información con la tutora, al ser la persona que más tiempo pasa con el niño, para ver si ha observado algo que no corresponda a su etapa de desarrollo, en su relación con los demás.
  1. Recabados todos los datos, se propone una reunión con la familia para intercambiar información. Por una parte, sobre lo observado en la escuela y por otra, sobre la percepción que ellos tienen desde el entorno familiar. Se busca conocer cuál es su actitud frente a las dificultades de su hijo y datos relacionados con la estimulación que recibe desde casa, además de otros temas de salud, del parto, o cualquier otra información que pueda haber dado como resultado un ritmo más lento de desarrollo.
Con la detección precoz se podrán atajar las dificultades o trastornos observados

Hay que trabajar en equipo con la familia“Después de esta primera reunión con los padres se ha de establecer un plan de trabajo conjunto entre la educadora y la familia, con un programa de estimulación concreta a las necesidades de cada caso”, aclara López de Urda.  A partir de aquí y en el caso de que no hubiera un evolución favorable, se inicia un periodo de valoración (informe emitido desde la escuela) y de comunicación con su pediatra y neuropediatra, para continuar con la intervención individualizada por parte del Equipo de Atención Temprana de la zona que le corresponda.

“La detección precoz es fundamental para poder atajar estas dificultades o trastornos, y para que se pueda responder a sus necesidades de manera significativa, y el lugar idóneo para ello es la escuela infantil”,  asegura la psicopedagoga. Esto es así “por sus profesionales, por su visión objetiva en la interacción con los niños y porque forma parte su entorno natural, ya que es el segundo grupo de socialización en el que el niño se desarrolla, después del núcleo familiar”.

Y aquí viene el consejo más importante:  No os quedéis con la duda… ¡comentadlo con los profesionales! *Fotos: Nemomarlin y Pixabay.

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