7 ideas para crear un despacho casero

Dentro del armario, bajo la escalera o en el vestidor... ¿pensabas que en tu casa no te cabía la mesa de trabajo?

idealista. 07/08/2017

La solución pasa por una visión distinta a los pasillos y rincones. Un armario, por ejemplo, si se vacía y se deja sin puertas, se convierte en un hueco útil con profundidad y anchura para colocar una mesa, baldas, cajoneras… Los expertos de Houzz te ayudan a encontrar soluciones para tus problemas de espacio¿El reto? Descubrir espacios en los que no habías reparado para trabajar mejor desde casa:

1. En el vestidor
En la imagen, vemos un puesto de trabajo encajado en un vestidor. A pesar de las ajustadas dimensiones, el sitio es confortable. Para lograrlo, haz que los módulos de ropa tengan puertas; Intenta que el espacio cuente con una ventana. Y encuentra hueco para las baldas, que ayudarán a sectorizar el rincón y a darle independencia visual.

Consejo Houzz. Equipa tu escritorio con un organizador de sobremesa. Con un tablero, unas borriquetas y un estante con compartimentos, configurarás un funcional escritorio en el que organizar cómodamente todo lo que necesites para trabajar. Si no encuentras cada una de estas piezas sueltas, habla con un carpintero.

2. En el pasillo
Trata de ocupar el ancho completo: Contarás con más espacio de movimiento y tendrás, al menos, un apoyo en ángulo, lo que te vendrá bien para colocar alguna estantería. Si la distribución es longitudinal, deja, como mínimo, una circulación libre de 80 cm. Para facilitar la circulación en esta zona de paso, opta por un equipamiento básico y esencial. Una posibilidad es una mesa volada sujeta a la pared; Otra, un modelo abatible o con patas delanteras. Para trabajar con portátil, necesitarías un mínimo de 30-40 centímetros de profundidad. Si te ubicas longitudinalmente, lo ideal sería contar con un espacio de, al menos, 1 metro y 10 cm de ancho.

Consejo Houzz. Busca la posibilidad de ubicarte bajo una ventana, o de aprovechar el espesor de un vano y ganar espacio para la encimera.

3. En el armario
En un armario empotrado cuentas con una profundidad de entre 50 y 60 cm, ideal para el ordenador de mesa. De hecho, si se trata de un clóset o un armario de 1 metro de profundidad, podrás dejar la silla dentro. Consigue más posibilidades de uso, con un armario a ras de suelo. Puedes pintarlo, empapelarlo o revestirlo íntegramente, con un material que le dé calidad visual, como la madera. Coloca, además, cajoneras con ruedas. Tener el box de trabajo dentro del armario, permite mantener esta zona cerrada y a resguardo, durante los ratos de ocio. Las puertas más cómodas son las plegables y las escamoteables. Las segundas constan de un herraje especial, que se oculta dentro del cuerpo del armario y permite introducir la puerta en el mismo, mientras trabajas.

Consejo Houzz. Colocando las puertas de suelo a techo, como en la imagen, darás más categoría visual al cerramiento.

4. Debajo de la escalera
Cuando la escalera es metálica o de madera, completamente abierta al espacio, conviene que los peldaños estén cerrados, para que no caiga polvo sobre la zona de trabajo. Usa vidrio templado, para permitir el paso de la claridad. Este rincón de trabajo va acoplado en el segundo tramo de una escalera compensada. Con el cerramiento de vidrio y metal, no pierdes luz natural, ni la conexión con el resto del espacio. Si la escalera es de obra, piensa en ideas empotradas para el hueco, aprovechando la zona más alta de la pendiente.

Consejo Houzz. No desaproveches la opción de colocar una puerta, que permite configurar el espacio como habitación individual.

5. En la cocina
Puedes ubicar tu espacio de trabajo en la encimera. Busca uno de los extremos de la distribución que no esté pegado ni a los fuegos, ni a la zona de aguas. Lo ideal sería junto a una pared con ventana. Otro truco consiste en bajar la tapa en la que vas a trabajar a una altura de mesa, unos 74 cm.

Consejo Houzz. Si no quieres que la zona de trabajo enturbie visualmente la cocina, fíjate en el ejemplo de la imagen. Este módulo se puede mantener cerrado cuando no se use, con puertas o persianas enrollables.

6. En espacios residuales
¿Cómo aprovechar un rincón bajo y con techo abuhardillado? La solución pasa por diseñar al milímetro. Por ejemplo, como la mesa no se puede dejar fija, elige un modelo extraíble con altura estándar. Entre dos armarios empotrados, a veces, queda un espacio residual que parece no tener uso ninguno. Es el caso que vemos en la foto. Pero todo es cuestión de ingenio. Acoplando en el hueco una balda saliente de 25 cm, se ha instalado el ordenador; el teclado va en una mesa extraíble.

Consejo Houzz. Incluso en espacios difíciles o reducidos, no renuncies a los estantes: Organizar el espacio es fundamental para trabajar.

7. Integrado en un mueble
La clave de este tipo de diseños reside en que van perfectamente integrados y que son compactos –siendo visibles, no agobian espacialmente. En este ejemplo, la bandeja de trabajo se distingue del blanco, dentro de una caja de madera, un lenguaje formal que se repite en otros puntos del mueble.

Consejo Houzz. No tengas miedo a darle personalidad al rincón: Elige lámpara y silla en colores llamativos.

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