Bolsos simples pero complejos
Visitamos en exclusiva el showroom de Isabel Fernández Lanza (ISALDA), una diseñadora cuyos accesorios son casi joyas arquitectónicas. ¡Disfrútalos!
Haciendo investigación, me he dado cuenta que muchas firmas consolidadas apuestan y arriesgan por los diseños, embellecen al bolso con ornamentos, estampados y un sinfín de detalles. Pero a veces dejan atrás o no cuidan lo suficiente la calidad de los materiales, algo primordial y que deberíamos tener en cuenta a la hora de comprarnos un bolso.
‘Arte contemporáneo’, así podríamos definir los bolsos de Isabel Fernández Lanza (ISALDA), que tras un año de investigación de mercado (mayo de 2015), análisis y búsqueda de excelentes proveedores, se consolida en abril de 2016 como una firma española minimalista y contemporánea.
Viajé a Madrid para visitar en exclusiva el showroom de la firma y conocer a Isabel Fernández Lanza, fundadora y directora creativa de la firma. Su técnica de creación está influenciada por el movimiento arquitectónico Bauhaus, lo que dota a los bolsos de unas líneas simples, con volúmenes abstractos en un solo pliegue y un acabado escultórico.
Un detalle que me sorprendió al ver los bolsos fue la ausencia visible de la costura. Para conseguir este acabado, cada bolso tiene alrededor de 8 horas de trabajo y 15 procesos diferentes. Esto hace que la confección sea minuciosa, un poco más lenta pero con un detalle impecable, de ahí su leitmotiv ‘bolsos simples pero complejos’ en los que algo que podemos percibir simple, puede conllevar horas y horas de trabajo para conseguir esa simplicidad.
El propósito de ISALDA es embellecer esa simplicidad que podemos encontrarnos en nuestro entorno. Una taza de café, un paseo por la playa, una mañana con tus hijos, un bolso perfectamente confeccionado. Su colección está compuesta por varios modelos que rinden homenaje a movimientos y personajes históricos: AKIRA (de Akira Yoshikama), IKO (referencia japonesa), SISSEY, BAU (homenaje a la escuela alemana Bauhaus) y JUN (Jun Mitoni, maestro del origami).
Agradezco a la diseñadora el haberme abierto las puertas de su showroom y comunicarme toda su sabiduría con la mano en el corazón.