Un salón de altos vuelos
Acaba de celebrarse el II Salón del Motor y el Lujo, High Motors, en La Torre Loizaga, en Galdames.
Hace un tiempo, escribía en El Rincón de Carla sobre este lugar tan especial. Tres Hombres y una dama descubre las pasiones que unieron a tres hombres extraordinarios en torno a la casa Rolls-Royce. Este fin de semana hemos sido testigos de la segunda edición de este salón, uno de los más exclusivos de España. En un marco incomparable como es la Torre Loizaga, se reunían las mejores casas de coches, pero también gastronomía, bodegas, banca privada, moda, viajes, arte y nuestra cosmética natural Carla Bulgaria Roses Beauty.
Un estilo de vida en un ambiente exclusivo, la mejor fórmula para conocer las últimas tendencias del mercado de alta gama. High Motors es una iniciativa del publicista Koldo Marcilla para reunir en un mismo evento las marcas de coches más exclusivas con otras firmas del sector y del lujo en general. High Motors se ha completado con charlas, conferencias, pruebas de vehículos, catas y degustaciones, restauración y arte.
Todo acorde con el espíritu del fundador Miguel de la Vía, hombre culto, cuya sensibilidad y amor por lo bello, le llevó a conseguir la mejor colección de Rolls-Royce del mundo. Más de treinta firmas y un concurso de elegancia, el ya conocido certamen Autobello, que comienza a celebrarse por nuestra geografía y por primera vez ha venido a Vizcaya. Coches y motos clásicos y deportivos luciendo orgullosos su belleza por los jardines de Torre Loizaga.
Durante los tres días que ha durado el Salón, las actividades han sido muchas y variadas, desde las degustaciones de vodka Grey Goose, Bodegas Ysios o whiski Macallan, hasta pintura en vivo o exhibiciones de pilotos de Maserati. Los asistentes también pudieron jugar a la ruleta en un casino lleno de glamour y al más puro estilo James Bond.
Además, la fabulosa colección de coches Miguel de la Vía, podía visitarse con las explicaciones de los expertos. Admirar los Rolls-Royce en perfecto estado y más de 30 modelos de otras casas automovilísticas. María López Tapia, sobrina del fundador y coleccionista Miguel de la Vía, se deshacía en cariño y amabilidad con los visitantes y expositores. Mientras su hijo Patricio hacía de guía de excepción mostrando los diferentes pabellones que albergan la colección.
Un lujo que hemos podido disfrutar en Galdames y que ya es referente no solo en el mundo del motor sino para los sibaritas en general.