Libera los libros

Revival es una palabra que siempre me ha hecho gracia y que define perfectamente aquello que vuelve a ser tendencia, a ponerse de moda. Hay que reconocer que no siempre es para bien, como cuando volvieron los bombachos, prenda que debería haber pasado por la trituradora del olvido. No voy a hablar de prendas de ropa sino del bookcrossing que vuelve y con fuerza.

Jamás ha desaparecido pero comienza a ganar adeptos y aprovecho para recomendarla. Un buen modo de hacer limpieza, como Marie Kondo recomienda en La magia del Orden es necesario desprenderse de cosas, no acumular en exceso. El bookcrossing no es otra cosa que ir dejando libros en distintos sitios para que anónimos los recojan y los disfruten. Luego ellos tiene que hacer lo mismo y así convertir el mundo en una super biblioteca mundial.

El próximo sábado 14 de octubre de madrugada, la editorial Mueve tu lengua, repartirá por Madrid y Barcelona quince mil libros con el objetivo de fomentar la lectura. EL CIS nos sigue dando cifras al respecto devastadoras: casi el 40 % de los españoles no lee ningún libro al año. Quizás la iniciativa no consiga disminuir este porcentaje pero sí colaborar a aquellos que desean seguir practicando sharing y la lectura.

El bookcrossing nació en estados Unidos en 2001 bajo la idea de liberar los libros para que pasasen de mano en mano indefinidamente. La técnica se perfeccionó y nació la web Bookcrossing que permite registrar los libros que deseas ‘liberar’ para luego poder seguir su rastro allá por donde pasa; incluso leer los comentarios de otros lectores. Hay varios modos de soltar el libro. A través de una lista de intercambio –BookList- con un grupo cerrado de personas subscritas a través de Internet donde el libro va pasado de unos a otros, por vía postal o de mano en mano.

El llamado BookRing -anillo o círculo de intercambio-  que funciona igual que el BookRay, pero con la diferencia de que el último participante devuelve al libro al dueño original del mismo. Y otra tercera forma a través de la llamada BookBox -caja de libros- físicas o virtuales y el caso de las cajas físicas, se suele utilizar una Zona Oficial, en la que se depositan los libros para que puedan ser cogidos aleatoriamente. Las cifras de esta práctica e usuarios va en aumento: Hay casi 1,7 millones de bookcrossers en el mundo; más desde nueve millones y medio de ejemplares esperando a ser leídos en 132 países.

Aunque en nuestra geografía se cuentan menos de dos mil los libros registrados, quizás sean un buen momento para unirse. Mira tu librería, observa aquellos libros que, más allá del día que los disfrutaste, jamás han vuelto a moverse; piensa si realmente le tienes un cariño especial y, de no ser así ¡libéralo! Lo mismo que hacemos con la ropa ¿Por qué no con los libros? Ahora, cuando veas un libro abandonado en un banco de un parque quizás sabrás que, seguramente detrás de eso hay: un descuido o un bookcrosser.