Tres años sin Cayetana, la mujer que se puso al mundo por montera

Se cumplen tres años del fallecimiento de una mujer irrepetible que se caracterizó por ser la anti Duquesa: Libre, rebelde, generosa, madre, amiga y monárquica.

Aurelio Manzano. 20/11/2017

“Si la reina Isabel II se encontrara con la Duquesa de Alba en un ascensor, la primera tendría que hacerle una reverencia”. Esto decía Isabel Allende sobre las dos damas, argumentando que la de Alba era la mujer con más títulos del mundo y de la que hoy se cumplen tres años de su adiós.

María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, la tercera Duquesa por derecho propio de una de las familias más importantes de Europa, fue la última Duquesa de Alba, la que heredó el ducado tras la muerte de su padre, Jacobo Fizt-James, en 1953. Ella se caracterizó por ser la anti-duquesa: Fue libre, rebelde, generosa, madre, amiga y monárquica hasta la médula, y no dejó indiferente a ninguna de las personas que se cruzaron en su vida. En Sevilla, ciudad donde murió, era respetada por los nobles y sobre todo querida por el pueblo. No en vano, durante toda su vida se esmeró en ayudar a los más necesitados, haciendo sus “obras de caridad” sin que nadie se enterara.

El día de su boda con su primer marido, Luis Martínez de Irujo y Artacoz

Sus tres amores
Su vida sentimental se resume en los tres hombres que marcaron su vida. Su primer marido, Luis Martínez de Irujo y Artacoz, con quien tuvo sus  seis hijos: Carlos, duque de Huéscar y duque de Alba al morir su madre; Alfonso, Duque de Aliaga; Jacobo, Conde de Siruela; Fernando, Marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, Conde de Salvatierra; y Eugenia, Duquesa de Montoro, quien fue su ojito derecho.

Alfonso Diez fue su último compañero de batallas

En 1978, después de enviudar, se casó con Jesús Aguirre, decimocuarto duque de Alba, con el que no tuvo hijos. Y veintitrés años más tarde, tras enviudar de nuevo y pensar pensaba que no volvería a enamorase, llegó Alfonso Díez, su último compañero de batallas y con quien disfrutó los últimos años de su vida y recorrió lugares tan lejanos como Tailandia, uno de sus países preferidos.

Precisamente, The Luxonomist pudo visitar el pasado mes de abril la suite donde la pareja se alojó durante su estancia en Chiang Mai en el hotel Dhara Dhevi, un auténtico palacio. Allí dejó entre los nativos un hermoso recuerdo: “Era muy cariñosa y generosa” declaraban a este medio los responsables del hotel.

La Duquesa dejó un gran pesar entre sus amigos y sus hijos. Eugenia, con ocasión de este aniversario, publicaba un sencillo pero enternecedor mensaje en sus redes sociales para recordarla: “Tres años ya que fuiste… pero seguimos juntas…”.

Eugenia, quizá la que más se parece en carácter a su madre, hace poco diseñaba una colección de joyas para Tous inspirada en su madre. Pasarán los años y los siglos, pero la Duquesa de Alba, Cayetana, siempre permanecerá en los corazones de quienes la quisieron. Luz para usted, señora.

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