Johnny Depp, Lucy Liu… ¿te gustaría comprar sus cuadros?

El actor español Jordi Mollá ha vuelto a ser elegido por la Art Basel Miami Beach para exhibir sus obras. Como ya os contamos hace un año en estas mismas páginas, las obras del actor gustan mucho en Hollywood, donde ha participado en numerosas películas.

Johnny Depp es uno de los actores que ha compartido plató y pincel con el español, pero son muchos actores y actrices que a lo largo de su vida han confiado y confían en la pintura como válvula de escape para su enorme creatividad cuando no se encuentran inmersos en algún rodaje u obra de teatro. Repasamos algunos de los más conocidos…

Pierce Brosnan llegó al mundo del cine mucho después de despuntar como pintor e ilustrador. Lo hizo dentro de una de las escuelas de arte más prestigiosas de Londres, la Saint Martin’s. Fue precisamente en la pintura donde se refugió cuando a finales de los ochenta su mujer, Cassandra Harris, hizo frente al cáncer que habría de acabar con su vida. Su obra pictórica rinde tributo a Matisse y Kandinski, sus pintores favoritos.

Benicio del Toro también es un apasionado de la pintura. Siempre ha confesado que si no se hubiera hecho un hueco en el mundo del cine, se hubiera ganado la vida como pintor. Aunque afirma que en la actualidad no tiene tiempo para pintar, no descarta en el futuro recobrar los pinceles y dar vida a algún lienzo.

Sylvester Stallone también se ha refugiado muchas veces en la pintura para dar luz a su faceta creativa. Ha realizado varias exposiciones y afirma que «la escritura también puede llegar a todos los sentidos, pero pienso que la pintura es la forma más auténtica, la más honesta de todas las artes, porque es simple». 

Lucy Liu también se dedica a la pintura con bastante éxito. Alguna de sus obras se han llegado a subastar por cifras cercanas a los 20.000 euros y los beneficios obtenidos los destina principalmente a obras benéficas, especialmente a donaciones para UNICEF.

Anthony Hopkins revela en sus pinturas algunos de sus pasajes más sórdidos de su vida. Con un pasado lleno de problemas de autoestima, el actor galés encontró en la pintura el mejor lugar para superar sus problemas con el alcohol.