#CloseTo Isabel Preysler: “Ya leía a Mario antes de conocerle”
Hoy hablamos de cerca con Isabel Preysler de su vida, de su amor y de su familia.
De un tiempo a esta parte, la vida de Isabel Preysler es un auténtico carnaval de viajes, eventos y presentaciones, acompañada siempre por su siempre inseparable Mario Vargas Llosa. Si ya era complicado cuadrar antes agendas para poder vernos, ahora es casi una misión imposible, pero siempre hay un resquicio por el que “colar” un encuentro. Nos vemos en su casa de Puerta de Hierro, como casi siempre, y parece que no ha pasado el tiempo. Tenemos la sensación de retomar la conversación en el punto en el que la dejamos en nuestra última llamada de teléfono, que son más habituales que nuestros encuentros…
Isabel Preysler: “¡Menuda compenetración!” -me dice al vernos- “La dos de verde, ya es casualidad. Me he tenido que arreglar ya porque me voy con Mario a ver a Sara Baras. Me han dicho que es fantástica”.
The Luxonomist: ¿Nunca la has visto bailar?
IP: No, en directo nunca. Me han hablado tan bien de ella que no queremos perder la oportunidad de ir a verla, pero tenemos un rato para hablar de nuestras cosas.
TL: Pretendo hacerte recordar un poco. No te disgusta hacerlo, ¿verdad?
IP: Claro que no. Me gusta hacerlo, como a todo el mundo, imagino. Hemos hablado muchas veces de historias vividas.
TL: Y sueles hacerlo con una sonrisa, además…
IP: Bueno, no siempre. Algunas veces sí porque recordar lo bueno, la provoca.
TL: ¿Te recuerdas una niña feliz?
IP: Absolutamente sí. Muy feliz, esa es una imagen que tengo muy nítida. Mi infancia la pasé en Filipinas, como sabe todo el mundo. Los recuerdos que me vienen a la cabeza como algo recurrente son imágenes casi siempre al aire libre. Éramos felices todos: mis hermanos, mis primos, nuestros amigos… ¿Cómo no voy a sonreír con estos recuerdos. Y no me olvido tampoco de algo que me encantaba: ir al cine.
TL: ¿Recuerdas esa primera película?
IP: No sé si fue la primera, pero una de las que más nítidamente tengo presente es ‘Marcelino Pan y Vino’. Me llevó mi abuela y luego fuimos a tomar chocolate con churros. Nunca me he olvidado de esa película, ni del plan de ese día.
TL: ¿Qué encontrabas en el cine que no tenías en la vida?
IP: Por ejemplo… una piscina grande (risas).
TL: ¡Qué me dices!
IP: En casa no había y en verano teníamos que ir todos los días al Club de Polo a bañarnos (risas). Pero en el cine encontraba más cosas. Ya sabes que me encanta y siempre he ido muchísimo a ver películas.
TL: ¿Cuáles son esas que en la adolescencia y madurez son ya imprescindibles?
IP: ‘Lo que el viento se llevó’, ‘El último Mohicano’, ‘El Gatopardo’ y ‘La Vida de los Otros’, de Von Donnersmarck.
TL: Imagínate que puedes ser la protagonista de una historia… ¿cuál sería esa película que te gustaría protagonizar?
IP: ‘Guerra y Paz’, sin dudarlo.
TL: Los que amamos el séptimo arte no necesitamos disculpas para ir al cine, pero siempre hay actores, actrices o directoras que nos llevan a la taquilla como un imán. A ellos, posiblemente, les perdonamos todo,,, ¡hasta los errores!
IP: Coincido contigo en mi debilidad por Meryl Streep y, luego, cualquier película interpretada o dirigida por Woody Allen.
TL: Ahí sí que no coincidimos. No está pasando en estos momentos por una etapa dulce precisamente. En tu época de entrevistas para HOLA! entrevistaste a gente muy sobresaliente. Recuerdo algún que otro gran actor… ¿quién te sorprendió y quién, tal vez, te decepcionó?
IP: Como atractivo me impresionó Paul Newman.
TL: Como para que no cayeras rendida…
IP: Era guapísimo, pero recuerda que eran entrevistas muy light de las que no se esperaba gran cosa.
TL: Para no esperar nada de ellas, generaron una expectativa tremenda en su momento…
IP: Fue una experiencia divertida y constructiva, eso sí es verdad.
TL: ¿Dónde buscas el ocio, y tal vez lo encuentras, en el poco tiempo libre que sueles tener?
IP: Sabes que soy muy casera, aunque dé la sensación contraria. Esos momentos los tengo en mi casa, leyendo en el jardín y viendo películas.
TL: ¿Vas al cine con Mario o ya no hay tiempo para eso?
IP: La verdad es que no paramos, mi vida ha cambiado mucho en ese sentido, pero siempre hay tiempo para el cine. Vamos muy a menudo y, casi todas las noches que estamos en casa, vemos una película. Es ya una costumbre.
TL: ¿Amante de la lectura?
IP: Siempre me ha gustado mucho leer y he leído, pero ahora más…
TL: ¡Como para no hacerlo! Seguro que Mario te llamaría al orden. ¿Recuerdas ese primer libro de niña o el que te “obligaron” a leer en el colegio?
IP: No sé si fueron los primeros, pero me recuerdo leyendo ‘Oliver Twist’ y ‘Moby Dick’.
TL: ¿Cuáles están ahora en tu mesilla de noche o en tu despacho?
IP: Varios: ‘Una temporada en el Purgatorio’ de Dominique Dunne, ‘The Outliers’ de Malcolm Gladwell, ‘Patria’ de Fernando Aramburu y la ‘Guerra del Fin del Mundo’ de Mario.
TL: ¿Conocías ya su literatura?
IP: Ya leía a Mario antes de conocerle, aunque solo alguna cosa. Ahora ya me he puesto al día y he leído casi toda su obra.
Y como intuyendo que hablábamos de él, aparece el escritor, hecho un pincel, para llevársela al teatro. Charlamos un rato de los temas de actualidad y, ante el temor de llegar tarde a su cita, solo me quedó tiempo para la pregunta obligada en el cierre de estas conversaciones…
TL: ¿Qué diría la niña Isabel de la mujer en la que te has convertido?
IP: Pensaría que estaba sentada en el cine viendo una película.
Y es que su vida bien podría ser el guion de una gran producción. Siempre es una lástima que “lo mejor” es aquello que se habla cuando la cámara se ha apagado y la grabadora está ya en off. Habíamos quedado para hablar de cine y de libros. Nos dio tiempo también de hablar de los nietos y adelantar algunas confidencias. El próximo encuentro, para continuar donde lo dejamos, ya tiene fecha pero, esta vez, sin entrevista en la recámara…
*Localización: casa Isabel Preysler. *Próxima semana: Javier Maroto.