#CloseTo Manu Tenorio: «Le pediría perdón al niño que fui en el pasado»

Hablamos de cerca con Manu Tenorio, un artista hecho a sí mismo con un bagaje largo y sólido a sus espaldas...

Amalia Enríquez. 03/04/2018

Hacía mucho que no nos veíamos pero cuando los afectos son sinceros, no hacen falta aditivos. Nos pusimos a charlar como si nos hubiéramos encontrado la tarde anterior. Manu Tenorio todavía conserva ese aire Paul Newman que le sacaron a relucir en su etapa de OT, por eso se ríe ante los últimos comentarios de que ha pasado por el quirófano. Acaba de editar un nuevo trabajo, ‘Colección indefinida’, estrena casa discográfica y disfruta de un nuevo renacer…

The Luxonomist: Han pasado 16 años desde que te empezamos a conocer…
Manu Tenorio: Digamos que ha pasado ese tiempo desde mi exposición mediática pero yo, antes de OT, ya llevaba muchísimo tiempo metido en el mundo de la música, desde crío casi. Empecé trabajando en la BBC (bodas, bautizos y comuniones). Es más, creo que he sido yo el que acuñó ese término, que se ha hecho muy popular con el tiempo (risas)

TL: Estoy convencida de que esa etapa te curtió muchísimo…
MT: Sin duda, me dio un bagaje enorme y me hizo cubrir un recorrido que me sirvió para todo lo que vino después. Fue un gran entrenamiento porque tuve que cantar desde ‘Paquito el chocolatero’, que es de las canciones menos inspiradoras para un intérprete, hasta boleros o canciones del verano, que eran el hit del momento. Estuvo bien pasar por esas casillas de la partida porque son las que de verdad te forman mucho.

TL: Viendo ahora tu carrera, creo que lo de la Medicina era solo un espejismo…
MT: (risas) No os habéis perdido un gran médico. De niño siempre intentas imitar a quien admiras, a esas personas que son tu referente. La figura de mi tío, que es médico, ha sido importantísima para mí. Siempre se ha preocupado de nosotros. Conmigo ocupó un rol que no le correspondía y siempre le estaré eternamente agradecido.

Acaba de sacar nuevo disco. Foto: Universal Music Spain

*Manu Tenorio pocas veces habla de los pormenores de su infancia. Lo hizo en su libro autobiográfico ‘De todo corazón’, en el que confesó la separación de sus padres y, sobre todo, incidió en la figura paterna que, a su juicio, no fue un ejemplo a seguir. Si tío fue quien suplió ese vacío afectivo y presencial.

TL: Imagino que no fue fácil, entonces, decir que te querías dedicar a esto…
MT: Resultó complicado. Fue un camino que yo seguí de manera intuitiva. Ese camino tiró de mí más que yo de él. En mi casa no encajaron mi decisión con demasiada alegría, porque las perspectivas eran inciertas, inseguras y no ofrecían muchas certezas. Era un camino tan complicado que, a veces, ha llegado a ser muy azaroso. Demasiado. No siempre reluce el que más vale.

TL: Ni el que gana es el mejor. Podríamos enumerar casos…
MT: En el mundo de la música o en el del cine, ser el mejor es algo muy relativo. Al final, creo que he tenido suerte y, por muy inseguro que sea el camino, siempre hay ciertos ingredientes que te van a llevar, en cualquier profesión o disciplina, a un buen destino. El trabajo, la constancia…

TL: La suerte sola hace poco, me parece a mí…
MT: Yo he sido muy constante y muy perseverante. Eso es lo que me ha llevado al lugar en el que hoy estoy. En mi carrera, el 90% ha sido luchar, luchar y luchar. Constancia y trabajo duro sin desfallecer. Yo he luchado solo contra viento y marea, la verdad.

El último bulo sobre él es que ha pasado por el quirófano. Foto: Universal Music Spain

TL: ¿Te sientes valorado?
MT: La valoración que más me importa, me cala y más trascendente es para mí es la de mi gente, mi familia. Ese reconocimiento lo tengo y es más determinante que ningún otro. El de los demás es muy relativo, muy inestable, muy fluctuante.

TL: ¿Qué te hizo distinto para sobrevivir en esta aventura de la música?
MT: Me hace distinto a los demás mi cabezonería. Y también el sublevarme y saber recuperarme ante la adversidad en algunos momentos en los que habría sido más fácil abandonar o darme por vencido. En ningún momento valoré esa posibilidad.

TL: Se dijo que, en OT, te lo planteaste. No sé si es una leyenda.
MT: Efectivamente es una leyenda urbana. Me gustaría que quien afirma eso me rescate el momento de la grabación en el que yo dije “no sé si quedarme o irme”. Esa idea salió de una conversación entre Nina y yo que se desvirtuó, en la que yo le decía que no veía claro lo de grabar disco todas las semanas. Y ella desvió ese comentario a “oye, si no estás contento…”. Luego ya la bola no dejó de crecer y se hizo leyenda.

TL: ¿Tal vez el haber trabajado con anterioridad en la música te daba una madurez con respecto a los demás?
MT: Puede ser que mi trayectoria previa en el circuito de la música me hiciese ir un poco por delante. Yo sabía lo difícil que era grabar un disco, el tiempo que había que invertir y las dificultades que todo eso conllevaba. Pese a eso, nunca se me ocurrió abandonar OT porque era la oportunidad de mi vida.

TL: ¿Qué le debes, de verdad, a ese programa?
MT: Le debo prácticamente todo. Visibilidad y que fuera ese trampolín que llevaba muchísimos años buscando. Antes de entrar, había mandado maquetas a managers, productoras, discográficas… Cuando logré entrar, sabía que estaba ante la oportunidad que me iba a ayudar a proyectarme.

TL: Y por qué cantando igual ¿no te “echaron cuentas” en esa productoras/discográficas y después sí?
MT: Esas son cosas que pasan siempre y no alcanzas a ver el por qué. Todo es muy complicado. Pero te digo una cosa, esas negativas previas se convierten en incentivos y son el resorte que tú necesitas tener para superarte y ver hasta qué punto deseas lo que estás persiguiendo. Al final no dejan de ser barreras que uno debe ir solventando.

TL: ¿Recuerdas el primer día que viste tu nombre en la portada de un disco?
MT: (risas) ¡Qué buena pregunta! Claro que lo recuerdo y se grabó ese momento en OT. Ha llovido ya un poquito pero esa sensación, el cosquilleo por el cuerpo, no se olvida.

TL: ¿Has vuelto a experimentar esa sensación?
MT: Sobre todo con este disco la he sentido mucho porque, con él, estoy inaugurando una nueva etapa en mi carrera, diferente a la que estaba llevando en los últimos años. Cuando he tenido este disco recopilatorio en mis manos, que es el resultado de tantos años de trabajo, así como un resumen de mi constancia y de algunos despropósitos vividos que tuve que superar, veo que hay una historia muy grande encerrada y me produce una especial emoción. Mi nuevo disco lleva una intrahistoria que la gente nunca conocerá.

‘Superman’ fue una de sus primeras películas en el cine

TL: ¿Es un homenaje a tu esfuerzo?
MT: La verdad que sí. Este disco es como una especie de monumento a la constancia, es un ¡por fin lo he conseguido!. Tú sabes que durante muchos años me produje yo mismo mis discos, me auto gestionaba mi carrera y asumía toda la responsabilidad de lo que era un lanzamiento. A la vista está que no me ha ido mal, pero he pasado por duras, muy complicadas y algunas incompresibles situaciones. Me lo tomo como parte de ese recorrido del que hablábamos antes, en el que nada me ha sido regalado. Me considero un ejemplo de superación.

TL: ¿Ha sido un disco terapéutico?
MT: La verdad es que ha tenido unas consecuencias terapéuticas. Me ha dado mucho gustito, mucho placer.

TL: Sin pretenderlo, ¿has cerrado o cerrarás bocas?
MT: No lo sé y, también te digo que es un tema que no me interesa. No siento placer si eso ocurre. Y, si debemos pasar por eso, que se cierren muchas más en el futuro. Y que tú lo veas (risas).

TL: ¿La industria ha sido justa contigo?
MT: La industria es también muy volátil. Más que injusta, creo que ha sido incomprensible. Siempre he registrado unos números que me han avalado y, sin embargo, las cosas no terminaban de salir a tenor de ellos. Me he visto en momentos que no comprendía, que no entendía y que me demostraron de qué pasta estoy hecho.

TL: Cuando vuelves la visa atrás, ¿hay momentos de felicidad?
MT: Bueno… en líneas generales sí he sido un niño feliz, pero también en mi infancia he tenido que superar momentos muy duros y complicados. Aun así, tuve mis momentos de chaval con sus juegos y películas. Recuerdo haber ido a ver ‘Superman’ con mi tío, por ejemplo.

TL: Siempre su presencia es recurrente…
MT: Él ha marcado mucho mi vida. En un niño, la figura de los padres es fundamental y, en concreto, la de un padre es vital porque puede forjar mucho tu personalidad. Yo no la tuve con el mío y esa referencia la encontré en mi tío, que fue quien me dio confianza en mí mismo. Él tuvo y tiene una influencia importante en mi vida. Le estaré eternamente agradecido, porque la responsabilidad que él asumió fue enorme y la ha cumplido con creces.

TL: Antes hablábamos de cuando viste tu nombre por vez primera en la portada de un disco. ¿Y esa primera vez con una guitarra en las manos?
MT: También era una guitarra de mi tío (risas). Él siempre ha sido muy melómano y tenía varios instrumentos. La guitarra la tenía detrás de la puerta del dormitorio, en su casa de Triana, y así empecé a tocar los primeros acordes.

TL: ¿Quedan muchas cosas de aquel niño?
MT: Intento tenerlo muy fresquito y muy presente ¿sabes? Quizás ahora que soy padre, mucho más. Me esfuerzo al 100% en facilitarle a mi niño aquellas cosas que yo no tuve.

TL: ¿Ha sido tu punto de inflexión la paternidad?
MT: Completamente, en todas las direcciones. Me siento muy realizado, me transmite una profunda felicidad su presencia en mi vida, me estimula mucho a todos los niveles y, sobre todo, porque me hace vivir muchas emociones que no conocía.

TL: ¿Escucha tu música?
MT: (risas) La verdad es que sí. No soy de los que machaca a todo el mundo con su música y a mi hijo tampoco pero él, por las mañanas, me pide que le ponga el disco. Tiene sus cuatro o cinco canciones favoritas que le encantan. Las tiene muy claras, es un poquito maniatiquillo.

TL: ¿Y qué música escucha Manu Tenorio?
MT: Depende de la etapa o el momento por el que esté pasando. Intento picotear en muchas direcciones. Para el gimnasio busco música que me active, para motivarme recurro a otra que me ayude a aprender. Y luego está ese momento en el que quieres disfrutar y paladear… ahí es cuando elijo otra música completamente distinta como, por ejemplo, Frank Sinatra o Serrat.

TL: ¿Te ves haciendo otra cosa?
MT: De momento no y, tal vez, sea tarde para cambiar. Sí me planteo a veces diversificar un poquito, sobre todo para desentumecer el cerebro, aprender otras cosas y mirar en otras direcciones…

TL: Aunque no lo creáis los que vivís de esto, hay vida más allá…
MT: Por supuesto que sí. Yo también tengo mi ocio. Lo disfruto haciendo cosas con mi chico y con mi mujer, viajando con la familia. Esos pequeños placeres cotidianos…

TL: ¿Qué es lo peor de la fama?
MT: Lo peor es que una persona puede decir cualquier cosa en televisión, radio o prensa y todo el mundo, aunque no sea verdad, lo da por cierto. El otro día, sin ir más lejos, publicaron que yo había pasado por el quirófano para arreglarme la cara ¿Tú ves las costuras por algún lado? Me conoces hace muchos años ¿me he hecho algo?…

TL: Yo te veo igual, más maduro, pero físicamente igual…
MT: A eso me refiero. Leo esas cosas y me quedo flipado. No voy a entrar en el juego de los desmentidos, pero esos comentarios molestan y no son veraces. A parte de estas cosas, no me puedo quejar. Me gusta mucho el cariño del público y que la gente reconozca mi trayectoria. Con eso me quedo. La verdad es que nunca he tenido una fama molesta.

TL: ¿Qué pensaría el niño de Triana del Manu Tenorio de hoy?
MT: Estoy convencido de que vería que he logrado mi sueño y espero que esté orgulloso de mí. Muchas veces he pensado que, si me tuviera que enfrentar al niño que fui, le pediría perdón.

TL: ¿Y eso por qué?
MT: Me disculparía con él porque ese niño no se otorgaba a sí mismo confianza, era inseguro y siempre se saboteaba un poquito. Yo creí en mí por mi intuición y porque el camino tiró de mí. Tenía mis prejuicios por no dar la talla por lo que esperaban de mí, pero ahora lo he logrado y espero que ese niño me apruebe con orgullo.

*Localización: Las brasas del mentidero. *Próxima semana: Adrián Lastra.

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