Realidad virtual, un mundo que ya no es ciencia ficción
Los principales megaproyectos de ingeniería de Iberdrola dejan boquiabiertos a los que los miran a través de las gafas de realidad virtual.
Escenarios de ciencia ficción que hoy son cada vez más reales. La realidad virtual ha venido para quedarse y cambiarlo todo. Nos permite tener experiencias inmersivas en situaciones hasta ahora inimaginables, algo que hace años hubiera parecido pura ciencia ficción.
Los últimos dos o tres años este mercado ha despertado gracias al abaratamiento de las soluciones de desarrollo, las gafas y los cascos para el consumidor. Esto ha permitido multiplicar las opciones y las empresas dedicadas a la realidad virtual, una tecnología que se ha democratizado y ha pasado a estar al alcance de todos los bolsillos. Según el informe sobre el estado de la realidad virtual de The App Date, ya hay 150 empresas dedicadas a este sector en nuestro país y las previsiones son, además, de crecimiento.
El 95% de las compañías que se dedican a realidad virtual en nuestro país tenía previsto aumentar su número de empleados en el año 2017. A esto se añade que un 41% de las mismas empleará a más de un trabajador durante ese periodo.
Un informe publicado por la International Data Corporation (IDC) señala que el mercado de la realidad virtual y aumentada alcanzó en 2017 los 13.900 millones de dólares en todo el mundo, lo que supone un incremento del 130,5% sobre los 6.100 millones que se generaron en 2016.
Las aplicaciones de la realidad virtual son inmensas. Puede servir para ámbitos tan diferentes como la medicina, con vídeos 360º para que los estudiantes puedan realizar operaciones simuladas; los videojuegos, con experiencias inmersivas espectaculares; la formación de pilotos y astronautas; o incluso la energía.
Empresas como Iberdrola han desarrollado vídeos VR para mostrar la magnitud de sus principales proyectos. Obras de ingeniería que dejan boquiabiertos a los que pueden verlas a través de las gafas de realidad virtual. Los parques eólicos marinos de Wikinger (Alemania) y West of Duddon Sands (Reino Unido), la central hidroeléctrica de Aldeadávila, el parque eólico de Whitelee, instalaciones en México, etc. abren un mundo de posibilidades para ver casi en vivo megaconstrucciones de este tipo.
La joya de la corona de la eléctrica es la realidad virtual de Wikinger, grabada por tierra, mar y aire, con barco y helicóptero, en el mar Báltico alemán, que permite mostrar el primer proyecto made in Spain en eólica marina. El grado de inmersión en esta instalación de energías renovables es tal que los espectadores “pierden por varios minutos la noción del tiempo y el espacio, disfrutando de unos paisajes espectaculares en torno a una infraestructura energética no menos espectacular”, aseguran en la empresa, que muestra estos vídeos en eventos, en el Día del Accionista, en festividades populares o en actividades deportivas.
La eléctrica también se ha implicado en la iniciativa de realidad virtual “Tú eliges”, un proyecto junto al Ministerio del Interior concebido para insistir en la importancia de la prevención y la concienciación a los ciudadanos sobre los riesgos de determinadas conductas al volante a través de una experiencia pionera en España en el ámbito de la seguridad.
El ciudadano se convierte en protagonista de una experiencia inmersiva en 360º gracias a la cual los usuarios (conductores) sienten que son ellos, con su actitud al volante, los que eligen entre seguridad y riesgo, y sus consecuencias. Estos vídeos pueden verse en YouTube, Facebook, Vimeo, etc., plataformas permiten a los usuarios ver la pieza de forma inmersiva con unas gafas de realidad virtual o el visionado de forma esférica, ya sea desde el móvil, moviéndolo en un movimiento de traslación, o con el ordenador, desplazando el ratón por la pantalla.
La compañía también utiliza la realidad virtual y aumentada en formación y en procesos de reingeniería inversa para crear modelos tridimensionales con aplicaciones prácticas en simulaciones de operativa y evaluación de seguridad laboral en turbinas eólicas.