Gigantes eólicos en el mar: las renovables del futuro, ahora
¿Molinos de viento en el mar? Lo que hace años parecía ciencia ficción es hoy una realidad que ha convertido a la energía eólica marina en una verdadera revolución renovable. Así lo demuestran los datos de WindEurope que, en su informe “Offshore Wind Europe”, constata que en Europa se logró el récord de instalar 3.148 MW de esta tecnología en 2017, dos veces más que en 2016.
En total, hay 560 nuevas turbinas eólicas marinas en 13 parques eólicos en el Viejo Continente, lo que suma un total de 4.149 molinos en 11 países. Reino Unido está siendo pionero en la construcción de nuevos parques eólicos, acaparando el 53% de toda la capacidad nueva, seguido por Alemania (40 %) y Bélgica (5 %). Entre las dos primeras grandes compañías líderes del sector se encuentra la española Iberdrola, con el 11 % de los parques, solo por detrás de la danesa Ørsted (11 %).
Esta edad de oro de la eólica marina ha sido calificada como “espectacular” por Giles Dickson, CEO de WindEurope. “El viento en alta mar ahora es una parte muy importante del sistema energético europeo. Y como los costes han caído rápidamente, invertir en esta tecnología hoy en día no cuesta más que en la generación de energía convencional. Simplemente demuestra que Europa está lista para adoptar un objetivo de energías renovables mucho más alto para 2030”, asegura este experto.
¿Y en España? Por ahora, la tecnología impide que se puedan instalar parques eólicos en nuestras costas, debido a que hay demasiada profundidad y a que el viento en nuestros mares no es suficiente para desarrollar este tipo de instalaciones. Además, existen otros requisitos medioambientales y turísticos que desaconsejan este tipo de proyectos, según los expertos.
Al menos, nuestro país destaca en la eólica marina como consecuencia de la apuesta de Iberdrola. Fue la primera compañía en tener un parque en el mar, el de West of Duddon Sands en Reino Unido, desarrollado junto a la danesa Dong. Tras esta primera experiencia, la compañía se puso las pilas y volcó la experiencia adquirida en construir su primer parque 100 % made in Spain: Wikinger, en el mar Báltico alemán. Un gigante formado por 70 aerogeneradores casi tan altos como la Torre Eiffel que producen energía suficiente para el suministro de 350.000 hogares.
Wikinger estará pronto acompañado por dos parques más en el Báltico, tras adjudicarse recientemente dos instalaciones, los proyectos Baltic Eagle y Wikinger Süd. Los tres formarán un complejo marino de casi 850 MW, el mayor del Báltico. Hay otra parte positiva de estos proyectos, ya que participarán proveedores españoles como Navantia, Windar o Siemens Gamesa, que ya han construido equipos para otros parques de Iberdrola, relanzando el sector naval del sur y norte de España. A estos se suman los proyectos de East Anglia, en Reino Unido, de Saint-Brieuc, en Francia, y otros en una fase embrionaria en Estados Unidos.
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Para el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, estos planes “refuerzan la posición de la compañía como líder mundial en el ámbito de las energías renovables y como una de las mayores promotoras y operadoras de energía eólica marina del mundo. Iberdrola cuenta con los conocimientos, la experiencia y el equipo humano necesarios para seguir desarrollando un área de negocio clave para la compañía”.
Estos proyectos reflejan, en su opinión, “todas las claves de la estrategia de Iberdrola: la apuesta por la innovación tecnológica para desarrollar energías renovables eficientes, el compromiso con la reducción de emisiones para combatir el cambio climático y la generación de un positivo impacto económico, medioambiental y social en todos los territorios en los que estamos presentes”.