Mil millones de personas viven sin luz en el mundo
El programa 'Electricidad para todos' es la respuesta de Iberdrola a este llamamiento urgente de la comunidad internacional para extender el acceso universal a una energía sostenible.
Mil millones de personas en el mundo todavía no tienen acceso a la electricidad y se espera que 674 millones continúen sin ella en 2030, lo que tiene consecuencias nefastas en su calidad de vida y en sus oportunidades de desarrollo. Así lo atestigua el reciente Informe sobre el Progreso Energético elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Banco Mundial (BM).
Los números aún están lejos de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para 2030. “Los últimos datos muestran claramente que necesitamos más acción y liderazgo político si queremos cumplir con nuestra promesa de no dejar a nadie atrás”, señala la representante de la ONU para la energía sostenible, Rachel Kyte. La ONU establece como meta que ese año se alcance un acceso universal a la electricidad, pero “si las políticas actuales y las tendencias de población continúan”, en 2030 todavía habrá 674 millones de personas viviendo sin electricidad, el 8 % de la población mundial, según el informe.
Las zonas con mayor déficit de acceso siguen siendo el África subsahariana y el sur de Asia, a pesar de los progresos conseguidos en los últimos años en países como Bangladesh, Etiopía, Kenia y Tanzania. Entre 2010 y 2016, cerca de 40 países alcanzaron el acceso universal a la electricidad, entre ellos Marruecos, Egipto, Brasil, México, Chile, Argentina, Uruguay, Ucrania, China, Irak e Irán. El Programa “Electricidad para todos” es la respuesta de Iberdrola a este llamamiento urgente de la comunidad internacional para extender el acceso universal a la energía, con modelos sostenibles, económicamente asumibles y socialmente inclusivos, lo que se enmarca en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7.
Pero ¿cómo hacerlo? La multinacional española opta por acciones de electrificación sostenibles, para lo que aprovecha su capacidad técnica, logística, organizativa y financiera. A través de este proyecto se encarga de financiar iniciativas, desarrollar actividades propias en los países en los que tiene presencia a través de la compañía y de voluntarios y colaborar con ONG.
Pero Iberdrola también pisa el terreno y se ha sumado a la primera alianza público-privada para llevar electricidad a los campos de refugiados, la Alianza Shire, con varios proyectos en Etiopía. Según ACNUR, nos encontramos ante las cifras de desplazamiento forzoso por conflictos más altas desde la II Guerra Mundial, con más de 60 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la guerra, la violencia o la persecución. Etiopía es el país con mayor número de refugiados de todo el continente africano, de los que muchos son acogidos en campamentos donde el acceso a la red eléctrica es muy limitado, está en mal estado o, simplemente, no existe.