¿Está en peligro el fútbol por televisión?

La escalada en los derechos de televisión del fútbol pone en cuestión el futuro de este deporte tal y como lo hemos visto en las plataformas digitales.

Agustín Castellote. 14/05/2018

El futuro del fútbol por televisión tal y como lo hemos visto desde hace años está en el aire, porque las cifras no cuadran. Según datos de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), al menos 6,5 millones de hogares en España cuentan con algún tipo de suscripción a la televisión de pago, o lo que es lo mismo, en uno de cada tres hogares en España se paga por ver contenidos televisivos. Una cifra que genera un negocio de 8.200 millones de euros anuales (un 4,5 % más que el año anterior) y que supone, en términos globales, más de un tercio de los ingresos del sector televisivo en nuestro país. Cifras importantes, sobre todo si tenemos en cuenta la evolución en los últimos años:

  • 2013: 4,2 millones de abonados.
  • 2015: 5,5 millones de abonados.
  • 2017: 6,5 millones de abonados.

Sin embargo aún está muy lejos en porcentaje (31,5 %) de países de nuestro entorno como Francia (76,9 %), Inglaterra (59,5 %) o Alemania (55,2 %). En otro trabajo presentado por el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones se recoge cómo de los 6,5 millones de abonados en España, casi 3 millones tienen contratados paquetes de fútbol. La empresa Kantar TNS, grupo de investigación de mercados, ofrece una cifra definitiva: ocho de cada diez españoles ven deporte por televisión en casa, siendo el fútbol el que genera mayor interés (69%) seguido de tenis (8%), Fórmula 1 (8%), baloncesto (6%) y Moto GP (5%). Para el 31% de los abonados el principal motivo que les llevó a darse de alta en una plataforma de televisión de pago es poder ver partidos de fútbol.

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Con este panorama, la posibilidad de que estemos ante un fin de ciclo y las plataformas televisivas se planteen sacar el fútbol de su estrategia comercial, para pinchar una burbuja de precios inflados y subastas al alza, parece apoderarse del sector. Recientemente, Antonio Coimbra, CEO de Vodafone España, lo ha expresado con motivo del Mobile World Congress: “Vodafone cuenta con 400.000 abonados que proporcionan 190 millones de euros anuales a la compañía. Vodafone paga por los derechos del fútbol 240 millones de euros al año”. Lo que genera un desfase anual en las cuentas de 50 millones de euros.

A las grandes telecos no les salen las cuentas y por ello Telefónica, que controla el 65% del negocio de la televisión de pago con 3,8 millones de abonados, ha dejado muy claro en la presentación de sus resultados económicos de 2017, que situando como estrategia de negocio clave, a corto y medio plazo, el poder ofrecer a sus clientes partidos de fútbol sólo de hará con un precio razonable, no a cualquier precio.

Liga y Champions son los dos motores que mueven el fútbol de la televisión de pago. La venta unificada de los derechos televisivos de la liga de fútbol profesional y el plan de saneamiento impuesto por el Consejo Superior de deportes hace cinco años, ante el dislate y los números rojos que presentaban los clubes, han llevado a los equipos a doblar su apuesta por los derechos televisivos. Desde los 728 millones de euros que los operadores abonaban en el año 2012, cuando los clubes vendían los derechos a una/varias plataformas televisivas negociando por separado, a los 1.400 millones que se pagan en la actualidad, ya con la venta de forma conjunta y que supone que el 50% de los ingresos anuales de los clubes en España, provenga de los derechos por la televisión.

Caso significativo es el de Movistar que, como principal operador en el sector en número de abonados e ingresos, paga 250 millones de euros al año por el mejor partido de cada jornada de Liga y otros 800 millones anuales por el resto de los encuentros del campeonato, lo que hace un total de 3.150 millones de euros por los tres años contratados.

Mediapro se encarga de la realización de la señal de los partidos de La Liga

Pero si en el campeonato doméstico las cifras se han disparado en los últimos tiempos, en el mercado internacional todo parece desproporcionado. En 15 años la cuota ha crecido un 250% y lo que en el último trienio 2015/2018 se pagaba a 450 millones de euros por los tres años repartido entre Mediapro, Antena 3 y Tv 3, parece que ahora cotizará a 700 millones, un 30% más. Esto abre el debate sobre el difícil encaje de un torneo atractivo y que genera cuotas de audiencia muy importantes, con el equilibrio presupuestario de las empresas.

Mediapro ya ganó la subasta por los derechos televisivos impuesta por UEFA hasta 2021, pagando 1.100 millones de euros y ahora se trata de renegociar con los operadores interesados la puesta en escena del producto. En Francia, el canal SFR ha pagado 350 millones de euros por temporada; en Inglaterra, BT, 455 millones; en Italia, SKY, 290 millones; y en Alemania, Sky Deutschland, 600 millones de euros. En todos los casos el aumento de precio ha sido considerable, entre el 30% y el 55% respecto al contrato anterior, en una clara demostración de que el techo no tiene límites en una peligrosa espiral inflacionista.

Cifras mareantes que ponen sobre la mesa la burbuja del fútbol, porque a esos precios el negocio deja de ser rentable y los operadores se plantean muy seriamente sacar el fútbol o al menos una parte del fútbol, de sus plataformas televisivas. Interesa, y mucho, el fútbol, pero no interesa el precio actual del fútbol. La pregunta ahora es: ¿Se ha agotado la gallina de los huevos de oro en televisión? Y más allá… ¿podrá subsistir la televisión de pago sin su principal atractivo? Una apuesta arriesgada, pero real. ¿Preferirán las empresas de televisión de pago perder abonados a pagar por el fútbol?

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