Sabor mediterráneo en el corazón del Madrid de los Austrias

Hay muchos lugares emblemáticos en el centro de Madrid pero uno de los más especiales, sin duda, es el Palacio Real. Sus vistas desde la Plaza de Oriente cautivan a extranjeros y foráneos, así como las privilegiadas terrazas de los establecimientos ubicadas en ella. Pero no queremos hoy hacer un repaso a aquellas que llaman al recuerdo, sino a un renovado local dividido en dos espacios (restaurante y taberna) donde los sabores más tradicionales y el producto marino de primer nivel conviven en armonía con las técnicas culinarias más innovadoras.

La Lonja del Mar promete desde el principio una experiencia gastronómica de alto nivel, no solo por su ubicación en plena Plaza de Oriente, sino por una cuidada decoración en la que redes, pulpos y demás elementos marinos dan la bienvenida al cliente. La carta, elaborada por el chef Fernando Negri, tiene como protagonistas a distintos productos frescos traídos directamente del Mediterráneo y las costas gallegas que una vez allí son tratados con el mimo y el cariño que merecen. Muchos de ellos se cocinan con la técnica francesa del rechaud que permite ver a los comensales cómo los alimentos se nutren del fuego en directo.

Clóchinas flambeados con champagne y mantequilla, gambas rojas de Dénia cocinadas a la rechaud, vieiras a la parrilla con crema de calabaza y queso azul, esturión a la brasa con escabeche de zanahoria y cebolla… las opciones son tan variadas como sugerentes. Se trata de creaciones sabrosas y especiales que respetan el adn de los productos ya que nacen, según el director del restaurante, Carlos Gutié, «de la ilusión y el amor por la cocina y el mar”. 

Y si hablamos de lugares atractivos no podemos dejar a un lado la parte menos seria de este complejo. La Mar, que así es como se llama la taberna de La Lonja, es uno de esos lugares que te transportan, a través de la decoración y los olores, a una taberna andaluza, de esas donde corre el pescado frito y el fino mientras se cocina el arroz. Y es ahí donde precisamente triunfa este coqueto espacio, con las tapas, las raciones, y sobre todo con los arroces que se elaboran con los caldos de los pescados y mariscos que pasan por la cocina de La Lonja.

Y como no hay playa sin chiringuito ni taberna sin bebida, además de la cerveza o los vinos, otro de los puntos fuertes del local es el vermú. Una delicia elaborada artesanalmente con 20 especias que maceran durante tres días bajo la atenta mirada del maestro, hasta conseguir el punto justo de dulzor y amargor que le confieren (desde nuestro punto de vista), el título de ‘uno de los mejores vermús de Madrid’.