Timbal y Christiana, la multimillonaria boda que ha revolucionado la Costa Brava

Salma Hayek acude al segundo enlace de la pareja que ha tenido lugar este fin de semana en Sant Marti d’Empùries.

Josep Sandoval. 02/07/2018

Todo son buenas noticias en casa de los Musk. Por un lado, Elon Musk enviaba ayer domingo un email a todos los empleados de su empresa, Tesla, anunciando que “lo hemos conseguido”: habían fabricado 5.000 unidades del Tesla Model 3 en una semana. Otro logro tuvo lugar 24 horas antes, Kimbal, el hermano de Elon, se casaba en Sant Marti d’Empùries (Costa Brava), con Christiana Wyly, hija y heredera del billonario tejano Sam Wyly.

Para proteger un enlace sobre el que corrió una lista fantasma de vips, se preservó la mayor parte de la población con negocios incluidos, lo que ocasionó protestas diversas, pues si bien Elon compensó a los restaurantes de la zona por el dinero que la medida les restringió, no lo hizo con los demás establecimientos.

Today I marry my ❤ @christianamusk #myheartbeatswild

Una publicación compartida de Kimbal Musk (@kimbalmusk) el 7 Abr, 2018 a las 7:32 PDT

El nuevo y adinerado matrimonio, que se casó ya el pasado 7 de abril en Dallas, está acostumbrado a blindarlo todo, sea por privacidad, seguridad o capricho. En esa fecha ya cerraron el restaurante Cedars Social de Dallas para ofrecer un menú vegetariano libre de gluten, presencia de ensaladas de todo tipo  y especialidades mexicanas, como sopa de judías, patatas y cebollas, con postres como praliné, pastel de tres leches y panna cotta.

Y si en esa ocasión la parte artística entre los invitados estaba representada por Val Kilmer, esta vez, en Empùries era Will Smith, mucho más acorde a los bohemios esposos, quien debía ocupar ese puesto. Pero ni rastro del actor ni de ninguna otra celebridad prevista. Los presuntos brillaron por su ausencia: Obama estaba en Silicon Valley y Beyoncé cantó el viernes en Varsovia dentro de la gira On The Road II que realiza con Jay-Z (mañana lo hacen en Colonia).

La celebración tuvo lugar en las ruinas de Ampúries

Se les buscó en la zona por tierra, mar y aire y, dado el poderío de la convocatoria, se rastrearon barcos como El Halcón maltés, el velero más lujoso del mundo, fondeado en la bahía de Roses frente a las playas de Riells y Empúries; el barco Tatiana, un lujo a motor, y hasta una tercera embarcación, no identificada, de la que un helicóptero hacía frecuentes viajes.

Pero ni un resultado positivo. Desde una perspectiva más “económica”, la mayoría de los trescientos invitados salieron del hostal Empùries de l’Escala y fueron a pie hasta el recinto que guarda las ruinas grecorromanas que Musk había alquilado desde las cinco de la tarde por diez mil euros (precio fijo de Ayuntamiento), para realizar la reboda. En ese paseo se descubrió a la celebridad del fin de semana, Salma Hayek, con su marido, François-Henri Pinault, ella de largo bohochic y tapada de arriba abajo en crudo y pasamanería fina, y él de oscuro.

La actriz y su multimillonario marido en la boda de Timbal Musk

El resto de invitados era una fauna vairopinta de luz y color donde se mezclaban aires ibicencos con una pasarela más acorde con las celebraciones del orgullo gay que tiene lugar estos días, que con una boda. El novio con pajarita y chaleco, sin olvidar uno de sus mil sombreros tejanos, sus hijos a juego, sin chaqueta, y la novia con un vestido palabra de honor de cuerpo bordado y falda de tul de larga cola, con corona de flores.

Los festejos empezaron el viernes con una cena en el pueblo, precedida por un paseo con los novios como estrellas del rock, en un jeep blanco estampado de corazones rojos. El sábado hubo la fiesta de reboda, con una cena servida por el Molí de l’Escala y el domingo un brunch de despedida. Todo siguiendo las pautas de la ideología alimenticia del novio (véase arriba menú de la boda en Dallas), fan de los productos orgánicos, propietario de restaurantes como The Kitchen, Next Door, Hedge Row, donde se cuida la nutrición, los productos de la tierra y ofrece una alimentación sana. Activista declarado de los derechos humanos, participa en diversas campañas para erradicar el hambre.

La pareja de millonarios tiene ya matrimonios precedentes, el marido está divorciado de la arquitecta Jan Lewin con quien tuvo tres hijos, mientras que la esposa está también separada de la cantante británica Deborah Anna Dyer, conocida como Skin, líder de la banda Skunk Anansie, con quien estuvo casada de 2013 a 2015.

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