Los helados más deseados del mundo
A sus 26 años, Maryellis Bunn se ha convertido en una de las empresarias de más éxito en Estados Unidos gestionando su peculiar empresa de helados.
Color rosa y helado. Maryellis Bunn se define como una apasionada del color y asume que el rosa y sus diversas gamas generan sensaciones positivas… «Para las mujeres, el rosa conduce a la felicidad y a los buenos pensamientos», asegura en una reciente entrevista. Allí es donde pone sobre la mesa otra de las claves de su éxito… «La comida es un lenguaje que todos entendemos y cuando tienes algo tan simple como un helado, te sientes feliz y se une a las personas de una forma inesperada». A sus 26 años se ha convertido en una de las empresarias de moda en Estados Unidos, al conectar de una forma original y exitosa con la generación millennial a través de un peculiar negocio de helados.
Maryellis Bunn estudió Empresariales y Diseño y en el verano de 2016 se puso al frente de una peculiar y en principio efímera exhibición que denominó ‘El Museo de los Helados‘. Pocos eran los que pensaban que el éxito sería arrollador. A modo de exposición, los visitantes entraban a un espacio por distintas salas con el helado como principal protagonista, donde dar rienda suelta a la imaginación y de paso hacerse selfies sin parar. Fotos que empezaron a hacerse virales en Instagram.
Todo el mundo, en especial los millennials, querían ir a este peculiar museo para compartir la experiencia. Decenas, cientos, miles de visitantes agotaban en minutos las entradas y hacían colas de horas para disfrutar de un entorno idílico y encima degustar unos helados de sabores y aromas desconocidos hasta el momento. Unas treinta mil personas visitaron el primer museo y pagaron entre 12 y 18 dólares por entrar en él.
Maryellis Bunn había dado con la tecla del éxito. A la exposición de Nueva York le han seguido otras en San Francisco, Miami o Los Ángeles… y habrá más. En todas ellas las entradas online se han agotado en muy pocos minutos y por su peculiar museo ya han pasado más de medio millón de visitantes.
La joven empresaria acaba de dar otra vuelta de tuerca a su negocio y ha abierto en Nueva York su primera tienda permanente. En ‘The Pint Shop’ puedes comprar algunos de sus helados (Churro Churro, Nana Banana…) y productos relacionados o también reservar por 28 dólares un exclusivo viaje por The Tasting Room para probar los sabores más sorprendentes.
A esta joven empresaria ya le han salido imitadores en otras partes del mundo, pero su idea original atesora miles de seguidores en las redes sociales. Se muestra sorprendida por el éxito que ha logrado y sabe que su expansión será inevitable. Pero mantiene la calma y sigue dando pasos en rosa para que el helado no se derrita.