Cher, de compras hippies en Ibiza

La estrella del cine y la canción disfrutó de la isla con algunas amigas y entre sus actividades se le pudo ver cenando en Lío y comprando en Ganesh.

Josep Sandoval. 23/07/2018

Tras la explosión que ha supuesto el estreno de la segunda parte de ‘Mamma Mia‘, a medio camino entre una secuela y una precuela, donde a los quince minutos te enteras de que el personaje de Meryl Streep ya no va a salir más, el reclamo más poderoso es Cher, que interpreta en la cinta a Ruby Sheridan, la sofisticada y platino abuela de Sophie y madre de Donna, cuya aparición en pantalla, a bordo de un helicóptero, es espectacular.

Dado que la están llevando de promoción por todas partes, la estrella se ha dado un respiro y se ha ido de crucero mediterráneo con algunas amigas en un barco que se llama Little Addiction, sin señalar. Y así, que se sepa, han recalado en Saint Tropez y en Ibiza, donde han pasado este fin de semana. Se la ha visto muy animada, siempre con sus inseparables gafas de sol, asequible a los fans y organizado un tumulto cada vez que se detenía algo más de cinco minutos en cualquier establecimiento.

Vicente Hernández, dueño de Ganesh, con Cher

Pero tenía una visita obligada, la de Ganesh, allí donde Vicente Hernández, que es el hippie anfitrión por excelencia, y quien marca un punto de encuentro para todas las vips, residentes habituales o accidentales en la isla, por donde pasan para comprar algo. La tienda tiene de todo, desde vestidos vintage a étnicos, antigüedades carísimas, sombreros y caprichos ideales para mujeres como Naomi Campbell o Elle Macpherson, que cada vez que pisan el espacio, día sí y día también, salen de allí con alguna prenda.

A Cher le descubrió el lugar una de las amigas que viaja con ella, una bellísima turca que le diseña las  joyas y que tiene una casa en la isla. Con tres amigas más y un discreto servicio de seguridad, la oscarizada actriz y cantante, visitó dos días el espacio. Como buena compradora, uno para mirar, donde pasó desapercibida porque estuvo en el diminuto interior, y al día siguiente para comprar, aunque no gastó mucho: se llevó un vestido de raíces indias por el que pagó trescientos euros. Contento y agradecido por la compra, Vicente le regaló un pijama oriental que a ella le hizo gracia y a punto estuvo de salir vestida con él si no hubiera sido por el revuelo que organizó esta segunda e inesperada visita en la tienda.

El grupo tiene un ritmo de vida muy tranquilo, baños en el mar y alguna cenita, aunque esa primera noche no eligieron ninguno de los tradicionales espacios ibicencos, sino que decidieron añadir un toque cosmopolita a su crucero y se acercaron al Lío, uno de los negocios más chics de la isla, del que acaba de desprenderse Ricard Urgell, el señor de los Pachá, que ya tampoco dispone.

En la sala, que tiene una impresionante terraza con las mejores vistas de Dalt Vila, cenaron y contemplaron el sofisticado espectáculo de línea internacional que dirige el ‘Tricicle’ Joan Grácia, que a Cher debió recodarle uno de sus grandes éxitos, ‘Burlesque’, el filme que protagonizó al lado de Christina Aguilera.

De cerca, dice Vicente, que Cher es una mujer encantadora, amable, toda una estrella con un comportamiento de lo más amable con todo el mundo. Y no le pregunto cómo lo sabe, pero me asegura que ninguna de las dos veces que le visitó llevaba sujetador y que tiene un pecho perfecto. A sus 72 años no es necesario que preguntemos más, aunque a veces la genética nos regala sorpresas más que agradables. Así que démosle el beneficio de la duda.

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