El objetivo más mundano y hedonista de Robert Capa

CaixaForum Zaragoza acoge hasta el próximo 9 de septiembre una selección de fotografías del maestro húngaro... a color.

The Luxonomist. 27/08/2018

Mundialmente reconocido por sus fotografías de guerra en blanco y negro, Robert Capa también exploró intensamente los usos del color durante más de la mitad de su carrera profesional. Hasta el próximo 9 de septiembre, CaixaForum Zaragoza ofrece una amplia selección de fotografías en color, muchas de ellas inéditas hasta fechas recientes, que profundiza en una de las facetas más desconocidas del fotorreportero húngaro: ‘Robert Capa en color’.

“La idea de que Robert Capa fotografió en color, y no solo ocasionalmente, sino regularmente desués de 1941 hasta su muerte en 1854, es sorprendente. Incluso chocante para algunos», comenta Cynthia Young, comisaria de la exposición. De hecho, Robert Capa (Hungría, 1913 – Indochina, 1954) comenzó a trabajar con color hacia 1941, cuando ya gozaba de un notable prestigio por su fotografía en blanco y negro. Desde entonces, junto a sus cámaras en blanco y negro, Capa llevó encima la cámara en color para fotografiar escenas mundanas y hedonistas, en una visión del mundo significativamente diferente a los reportajes de guerra que habían dominado su carrera temprana.

‘Familia lapona’. Noruega 1951

Sus instantáneas de mujeres en la playa, carreras de caballos, estaciones de esquí o personalidades famosas evidenciaron la reconstrucción y exuberancia de los años de la posguerra. Publicadas en su día en revistas femeninas o de viajes, la mayoría de estas imágenes nunca vieron la luz hasta fechas recientes. Esta exposición permite descubrir cómo Capa se abocó a la fotografía en color y la integró en su trabajo como fotoperiodista en las décadas de 1940 y 1950.

CAPA, UN GRAN CONTADOR DE HISTORIAS
Robert Capa huyó de su país natal cuando era un adolescente y se trasladó a Berlín, donde se inscribió en la universidad. Fue testigo del ascenso de Hitler, lo que le llevó a mudarse a París, ciudad en la que cambió su nombre y se convirtió en fotoperiodista. Los reportajes que dedicó a la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos bélicos le valieron el reconocimiento internacional y ser considerado el máximo especialista de la fotografía de guerra del siglo xx.

‘Una esquiadora toma el sol cerca del monte Cervino’. Zermatt, Suiza, 1950

Excepcional testigo de los acontecimientos de su tiempo, Capa fue, sobre todo, un gran contador de historias. Sus fotografías bélicas no se limitaron a registrar los momentos de conflicto sino que también se centraban en las personas, civiles y soldados, antes, durante y después de la batalla. Le interesaba comprender la situación con la gente del lugar, con quien establecía una fuerte conexión: las conocía, hablaba con ellas, era invitado a sus casas…Esta concepción del oficio fotográfico, de gran implicación con sus temas y de prodigiosa capacidad narrativa, está también detrás de la galería de fotos en color que Capa dedicó a la vida animada y de ocio en los años de la posguerra.

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