Casas solidarias “impresas” en 24 horas

La impresión en tres dimensiones es el futuro, ahora, también para los más desfavorecidos gracias a una compañía que construye viviendas de bajo coste.

Se calcula que, tan sólo en América Latina, viven 133 millones de personas en barrios marginales. Esta escalofriante cifra aumenta a 1.300 millones si ampliamos la búsqueda a nivel mundial, es decir, cerca del 14 % de la población mundial. Y lo peor es que cada vez son más las personas que no tienen una vivienda en condiciones en la que cobijarse. Ahora, la ONG New Story y la compañía tecnológica ICON se han unido en un espectacular proyecto, rebosante de solidaridad e ingenio.

Las viviendas se imprimen sobre el lugar que se elija

Gracias al esfuerzo conjunto de ambas entidades, han logrado la primera impresión de una vivienda en 3D de bajo coste, ideal para los países en desarrollo, como los que ha apadrinado la ONG. Con esta tecnología esperan poder paliar la falta de residencias con edificios de entre 55 y 74 metros cuadrados, todos ellos realizados con una impresora a la que han apodado The Vulcan y que los fabrica en menos de 24 horas con un coste de (tan solo) 4.000 dólares, unos 3.492 euros.

La impresora The Vulcan (me encanta el nombre) es propiedad de la empresa tecnológica ICON, cuya sede está en Austin (Texas) y la fabricación de estas viviendas cumple con todos los estándares para una residencia estadounidense, los integrados dentro del Código Internacional de la Construcción (IBC). Además su diseño permite el funcionamiento de la máquina bajo las limitaciones más comunes, en lugares como las zonas rurales de El Salvador o Haití, donde escasea la energía y el agua potable.

La impresora que las realiza es la mayor del mundo

El pasado año “imprimieron” su primera vivienda en la sede de la empresa ICON, en Austin. Esta fue la primera fase del proyecto, en la que se requería verificar que se podían ejecutar las viviendas en base a unos parámetros tan exigentes. La segunda fase comprende la etapa de mejora de la impresora, basándose en lo aprendido de poner en práctica la fase uno. Los entusiastas jefes del proyecto prevén trasladarse a El Salvador en los próximos 18 meses para iniciar la impresión “in situ”. La idea final: brindar esta tecnología a ONGs, gobiernos de todo el mundo y cualquier otra organización o entidad que quiera proteger a los más desfavorecidos.

Es capaz de crear estancias habitables en un corto espacio de tiempo

La ONG New Story tiene como meta principal lograr un mundo donde a ningún ser humano le falte cobijo. Para ello, la organización trabaja en México, Haití, El Salvador y Bolivia, donde han financiado más de 1.300 hogares para familias necesitadas. En números, han construido 850 casas. Por supuesto, para la ejecución de su proyecto necesitan financiación externa. Su modelo se basa en que el donador pueda ver como su inversión se destina netamente a la construcción de viviendas, mientras los demás gastos de la organización se cubren por donantes privados (ver su web). Hasta ahora, las viviendas les costaban 6.500 dólares, 5.675 euros, precio que está a punto de bajar gracias a su colaboración con ICON.

Casas que tiene un mantenimiento mínimo

Las viviendas están ejecutadas con materiales de bajo coste, o sea, hormigón, lo cual garantiza una buena durabilidad y resistencia. Tienen fácil mantenimiento, cuestión nada baladí, debido a que las familias que las van a utilizar viven con menos de 2 euros al día. Obviamente, muy poco para invertir en excesivos mantenimientos. El edificio que es capaz de realizar la impresora, puede alcanzar los 3,30 metros de alto por 6,10 de ancho, con una longitud infinita, debido al propio movimiento lineal de la máquina, esto equivale a un sinfín de oportunidades de diseño.

El mortero que utiliza la impresora está patentado por la empresa, pero sus componentes son relativamente fáciles de encontrar, así que los promotores esperan que se puedan adquirir y mezclar estos materiales en el lugar de la construcción. The Vulcan, la impresora, es la más grande del mundo conocida. El desafío es trasladarse a El Salvador y construir las primeras viviendas habitables antes del tercer trimestre de 2019, todo un reto tecnológico y social.

La impresora utiliza un mortero compuesto por materiales fáciles de encontrar

Este no deja de ser un ejemplo más de lo que se puede lograr con la aplicación de la tecnología para fines sociales. La casa impresa, hasta ahora, era un lujo al alcance de unos pocos. Ahora será un lujo asequible para brindar la oportunidad a cientos de familias a mejorar sus vidas, además, de forma segura y rápida. Una máquina capaz de construir viviendas perdurables en el tiempo, utilizables a las 24 horas y, lo mejor, en (casi) cualquier lugar del mundo, realmente tienen que estar muy orgullosos los integrantes de este proyecto.

Una vez terminados los tabiques, se instala el tejado y el resto de componentes

Brett Hagler, CEO de New Story ha dicho: “Creemos que es nuestra responsabilidad desafiar los métodos tradicionales y trabajar para terminar con la falta de vivienda. Los métodos lineales nunca alcanzarán a los más de mil millones de personas que necesitan hogares seguros”. Gran verdad, a lo que añade que«al trabajar con ICON y aprovechar sus innovaciones de impresión 3D, podemos llegar a más familias con las mejores soluciones de refugio posibles, exponencialmente más rápido».

Su fabricación no genera residuos

Su socio, el cofundador de ICON, Jason Ballard, también tiene algo que decirnos: «Los métodos de construcción convencionales tienen muchos inconvenientes y problemas, que hemos dado por sentado durante tanto tiempo, que olvidamos cómo imaginar cualquier alternativa. Con la impresión 3D, no solo tiene una envoltura térmica continua, gran masa térmica y casi cero desperdicios, sino que también tiene velocidad, una paleta de diseño mucho más amplia, resiliencia de próximo nivel y la posibilidad de un salto cuántico en la asequibilidad. Esto no es un 10 % mejor, es 10 veces mejor”.

El equipo que participa en esta iniciativa puede estar muy orgulloso

Esta es una de las “otras” buenas noticias: la impresora limita a casi cero los desperdicios generados, lo cual viene muy bien para el medio ambiente. Pero como nunca se llega en solitario a ningún lugar, es justo nombrar aquí a otras empresas que trabajaron junto a New Story e ICON para lograr este desafío, empresas como Pump Studios, Yaskawa Electric, Alchemy Builders, TreeHouse, Andrew Logan Architecture, Linestar Automation y la Universidad de Texas. Estos chicos (la mayoría son jovencísimos) son capaces de hacernos creer que un futuro mejor, para todos, es posible.

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