Tailandia de norte a sur
Por algo le llaman 'El País de la Sonrisa'. Tailandia tiene miles de atractivos que aúnan lujo, historia, naturaleza y una calidad humana excepcional.
Con la primavera a la vuelta de la esquina y el verano en el horizonte, un viaje a Tailandia se plantea como una gran opción para disfrutar de las próximas vacaciones. De norte a sur, el país brinda al viajero algo más que un recorrido exótico: un mundo lleno de experiencias que sacarán más de una sonrisa… ¡y de dos!
Lo mejor de Chiang Mai
Naturaleza, cultura y tradición. Chiang Mai, la ‘Rosa del Norte’, se acerca al viajero y le conquista por la diversidad de su entorno natural y sus Parques Nacionales como el de Doi Inthanon, donde se encuentra al pico más alto del país del mismo nombre, así como una gran cantidad de recursos naturales y variedad de flora y fauna.
Además de su larga historia, que se remonta a la época medieval, la segunda ciudad más grande de Tailandia introduce al viajero en el estilo de vida y las prácticas tradicionales de las comunidades locales en lo que se refiere a arte, gastronomía, cuidado del cuerpo y su relación con la tierra.
Alojarse en Chiang Mai tiene un nombre propio: Dhara Dhevi. La experiencia en este lujoso hotel es insuperable: la inmersión en el antiguo Reino Lanna del norte de Tailandia. Las enormes villas incluyen jardines privados, jacuzzis al aire libre y piano. El hotel bien merece combinar la visita de templos en la ciudad con quedarse a disfrutar de sus restaurantes (con especialidades china, francesa, italiana y tailandesa), piscina entre arrozales, un santuario-spa de más de 3.000m2, gimnasio, tenis y talleres en los que aprender a elaborar piezas de artesanía local, mientras uno se siente transportado a los tiempos de la grandeza Lanna…
Además tienen un club para niños con actividades programadas durante todo el día. Y por la noche, su servicio gratuito de traslados podrá acercar al huésped desde su propia villa al mercado nocturno de Chiang Mai, uno de sus grandes atractivos y un paraíso para los amantes del shopping.
Otras opciones de alojamiento son el moderno Hotel Boutique Akyra Manor, en el centro de Chiang Mai, y en cuyo ático se encuentra el ‘Rise Bar’, uno de los bares más chics y con mejores vistas de la ciudad; o las cabañas de Lisu Lodge, en las montañas, a una hora del núcleo urbano. En este punto, el visitante podrá descubrir cómo recolectar té y cómo viven los tailandeses de pequeñas aldeas, durmiendo en unas cómodas cabañas de bambú construidas en armonía con el paisaje de arrozales que las rodea.
Paseos y lugares con historia
Sin duda, una de las visitas que uno no puede perderse en un viaje a Tailandia es a los parques históricos de Sukhotai y de Si Satchanalai, dos joyas arquitectónicas que desde 1991 son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Visitables a pie, en bicicleta, tuc-tuc eléctrico o trenecito, en todos ellos se respira una auténtica paz y tranquilidad. De hecho, la puesta de sol mágica sobre las montañas que rodean los templos será uno de los grandes (y gratos) recuerdos que el viajero se llevará del viaje.
El Sukhotai Heritage, inspirado en un diseño thai tradicional brindará al visitante momentos de descanso, relax y gastronomía en cada rincón de sus instalaciones: ya sea en en su restaurante Lotus, con un reconfortante masaje de la casa o con un chapuzón en cualquier de sus dos piscinas… todo vale para respirar puro ambiente con historia.
Krabi, el paraíso sobre el mar
Si se habla de sueños, se habla de los paisajes de Krabi. La costa de Andamán se abre a la provincia de Krabi con archipiélagos laberínticos, bahías, playas solitarias accesibles únicamente en los famosos long tails boats, santuarios de vida salvaje y marina con arrecifes de coral. También acantilados de piedra caliza que atraen a escaladores de todo el mundo o verdes parques nacionales con paraísos en forma de isla como Koh Phi Phi y Koh Lanta o el enclave de Railay, en Phra Nang Cape, que concentra su encanto en torno a tres playas. La ciudad de Ao Nang, centro turístico de Krabi, es el punto de partida para todos los viajes en barco hacia las islas de los alrededores.
Y si se quiere poner el broche de oro a estos días de lujo, sol, playa y sonrisas, el Phulay Bay, la reserva de Ritz- Carlton puede ser el hotel ideal. La primera sorpresa es que el establecimiento no dispone de recepción: la bienvenida a los huéspedes se realiza en una agradable sala abierta rodeada por agua y más de 1.000 velas. En este punto, el ‘Butler’ o asistente personal acompañará al huésped a su villa y le descubrirá todos sus secretos. En el Sunset Bar se podrá disfrutar de uno de los mejores rincones del hotel, además de las mejores puestas de sol del País de la Sonrisa.
El viaje más cómodo del mundo
A la hora de plantearse un viaje al País de la Sonrisa, Qatar Airways, la aerolínea nacional del estado de Qatar, es una de las mejores opciones para volar desde España. La compañía lleva volando a Tailandia desde hace más de 20 años, cuando inició sus operaciones a Bangkok, su primer destino en el país. Desde entonces, ha aumentado constantemente su número de vuelos a esta zona del mundo debido a la gran demanda por parte de los pasajeros, hasta contar a día de hoy con vuelos a cuatro destinos en Tailandia: Bangkok, Phuket, Krabi y Chiang Mai.
Qatar Airways cuenta con tres vuelos diarios tanto desde Madrid como Barcelona, además de la ruta a Málaga, que volverá a operar el próximo verano desde el 29 de mayo hasta el 29 de septiembre cinco veces por semana, conectando fácilmente a los destinos en Tailandia a través de su hub en Doha. La aerolínea ofrece un gran abanico de posibilidades para los pasajeros que quieran visitar el País de la Sonrisa desde España permitiendo la posibilidad de llegar al país por una ciudad y regresar desde otra, ofreciendo muchas alternativas y una excelente conexión a Tailandia.