Las extravagancias de Shakira en su juicio por plagio
Los cantantes colombianos se enfrentaron ayer al escrutinio de la justicia para responder por el supuesto plagio de su canción 'La Bicicleta'.
Después de dos años, Shakira y Carlos Vives se sentaban este miércoles en el Tribunal Mercantil número 12 de Madrid para responder a las acusaciones de plagio entre su canción ‘La bicicleta’ y ‘Yo te quiero tanto’. Lo curioso del caso no fueron las declaraciones de la colombiana, que también tienen su guisa, lo mejor de todo fue que el momento en que la cantante quiso demostrar al juez que los ritmos entre las dos canciones eran diferentes, para lo que se arrancó a tararear las estrofas acompañada de sus palmas ante la sorpresa de los letrados y profesionales presentes en la sala.
Los caprichos de Shakira
Minutos antes de las 10 de la mañana la cantante llegaba al Juzgado acompañada por su amigo, el cantante Carlos Vives; y los abogados de ambos. De todos los comparecientes ella fue la única que no quiso hablar con la prensa, aunque sin duda, no fue la única anécdota a destacar del día de ayer.
Shakira también se negó a estar en la sala minutos antes de que comenzara el juicio, que es cuando las cámaras pueden captar imágenes para ver cuál es el ambiente del espacio y la situación de los implicados. Por tanto, ella esperó en una sala contigua mientras Carlos Vives lo hizo en la misma del juicio, como era de esperar.
Durante su declaración, hizo un guiño a su pareja y padre de sus hijos, Gerard Piqué, cuando puso un ejemplo para demostrar que ambas canciones no tenían nada que ver. “‘La bicicleta’ era un vallenato y la canción compuesta por el cubano Liván Castellanos era una salsa que pretendía ser vallenato. Es como si un niño quiere jugar con una pelota y no sabe cómo cogerla”, explicó Shakira.
Huida discreta
Consciente de que su presencia en los juzgados era seguida por todos los redactores que se encontraban dentro de la sala, jugó su última carta y nada más terminar el juicio, pidió permiso al juez para retirarse. Quizá por ser vos quien sois, el juez se lo permitió, tanto a ella, como a Vives.
Ahora queda en manos de un juez español saber si Carlos Vives y Shakira tendrán que compartir la autoría y los beneficios millonarios por las regalías de esta canción. En unos meses ella tendrá que volver a otro juzgado a declarar por un supuesto fraude a Hacienda. Pero eso es otro cantar…