Isabel II no quiere un ‘baby Sussex’ vegano

Muchas cosas han cambiado en la vida del príncipe Enrique desde que Meghan entró en su vida. Una de ellas fue sin duda la aplicación de ciertas maneras de vivir en cuando a alimentación se refiere. Y en concreto su dedicación a la moda de ser vegano y la filosofía en cierto modo hippie que ello comporta. Quizá la manera un tanto abrasiva de la flamante duquesa de Sussex de imponer sus prácticas diarias no haya gustado a su graciosa majestad, que ha tolerado muchos, llamémosles, caprichos a Meghan. Aunque hay uno que no va a tolerar, que su nuevo nieto que va a nacer en breve, fruto de Enrique y Meghan, lo críen a base de una alimentación vegana. Así al menos lo recoge el rotativo The Sun, siempre dispuesto a publicitar asperezas entre los miembros de la realeza británica.

 

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Isabel II ha tolerado que hasta se utilice pintura vegana en las paredes del pequeño en la nueva residencia de Frogmore Cottage, no se sabe si extensible a otras dependencias. Incluso que haya autorizado la construcción de una sala de yoga con un carísimo parqué flotante porque ahora Enrique practica la meditación a diario, según él mismo le confesó al monje budista Kelesang Sam. La reina madre ya mira con escepticismo las nuevas costumbres alimenticias de Enrique, que desde que conoció a Meghan se ha hecho adicto a la frutas y verduras dejando las viandas en un segundo lugar. Pero a lo que no está decidida la regia abuela es a tener un nieto vegano, al menos exclusivamente vegano.

 

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Por todo lo demás, las cosas siguen funcionando igual con los royals, con las presuntas rencillas entre las cuñadas, desmentidas por el suegro, el príncipe Carlos, hasta las normas que se saltará la propia Meghan a la hora de dar a luz, pues se dice que lo hará en el hospital de Frimley Park más cercano al nuevo domicilio de la pareja. Lo que tampoco se han hecho esperar son las nuevas declaraciones de Thomas Markle, conflictivo papá de la duquesa, que ya se está apresurando a declarar cuando daría por sostener al futuro baby Sussex en brazos y que, por, supuesto, brindará por él en una taberna; no podía ser menos.