Es el momento de la energía solar
Las empresas de renovables lideran con paso firme la transición energética. Iberdrola construye en Usagre (Badajoz, España) el mayor proyecto fotovoltaico de Europa.
Sol, viento y agua: el triángulo perfecto para generar electricidad. La transición energética hacia fuentes de energía renovables es el reto para liderar un modelo de negocio limpio, fiable e inteligente que sustituya la producción con fuentes contaminantes por energías limpias e intensifique la necesaria descarbonización y electrificación de la economía mundial.
Entre ellas, destacamos la energía solar, ya que aprovechar la luz del sol para producir energía 100 % limpia. Es un recurso en vías de explotación y cuyo proceso no se conoce por completo. La energía solar fotovoltaica se obtiene empleando una tecnología basada en el efecto fotoeléctrico, por el cual determinados materiales son capaces de absorber fotones (partículas lumínicas) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica.
La energía solar, una alternativa a la contaminación
Se trata de un tipo de energía renovable, inagotable y no contaminante. Además, una de las ventajas de los paneles solares es que su instalación es modular, es decir, se pueden construir desde enormes plantas fotovoltaicas en suelo hasta pequeños paneles para tejados y autoconsumo.
Para conocer un poco más su funcionamiento, cabe distinguir que existen dos tipos de plantas fotovoltaicas: las que están conectadas a la red y las que no. Dentro de las primeras existen, a su vez, otras dos clases: la central fotovoltaica, en la que toda la energía producida por los paneles se vierte a la red eléctrica; y el generador con autoconsumo, donde parte de la electricidad generada es consumida por el propio productor (en una vivienda, por ejemplo) y el resto se vierte a la red. Por su parte, las instalaciones no conectadas a la red operan en isla y suelen encontrarse en lugares remotos y explotaciones agrícolas para satisfacer demandas de iluminación, servir de apoyo a las telecomunicaciones y bombear los sistemas de riego.
Las placas solares, la fuente de energía para el consumo diario
La contribución al desarrollo sostenible es fundamental y es tarea de todos mediante un uso responsable de la energía. Si bien es cierto que se trata de un sistema particularmente adecuado para zonas rurales o aisladas, donde el tendido eléctrico no llega o es dificultosa o costosa su instalación, o para zonas geográficas cuya climatología permite muchas horas de sol al año.
En línea con el compromiso en la lucha contra el cambio climático, el grupo Iberdrola apuesta por las energías limpias y renovables para avanzar hacia un modelo de negocio sostenible, seguro y competitivo. En este sentido, la generación solar fotovoltaica es uno de los focos de la compañía, que recientemente ha desarrollado dos nuevos proyectos en México: la planta de Santiago (San Luis Potosí) que, con 170 MW de capacidad instalada, es la mayor de este tipo construida por Iberdrola en todo el mundo; y la de Hermosillo (Sonora), con una potencia instalada de 100 MW.
Iberdrola, a la cabeza de las energías renovables
Y no solo fuera de España, el impulso de la compañía no ha hecho más que empezar y, el pasado marzo, inauguró la construcción en Usagre (Badajoz, España) de la planta fotovoltaica de Núñez de Balboa. Esta instalación renovable alcanzará una capacidad instalada de 500 MWp (con una potencia máxima de conexión a la red de 391 MW) y se convertirá en el mayor proyecto fotovoltaico desarrollado en Europa hasta la fecha y suministrará energía limpia a 250.000 personas.
El proyecto se encuentra dentro del plan de Iberdrola de poner en marcha 2.000 nuevos megavatios de potencia fotovoltaica y eólica en Extremadura hasta 2022, lo que situará a esta región en el centro de su estrategia renovable en Europa. A su vez, esta apuesta se enmarca en su plan de relanzamiento de las energías limpias en España, donde prevé invertir 8.000 millones de euros entre 2018 y 2022 y poner en marcha 10.000 nuevos megavatios hasta 2030.