Amaya Salamanca reina en el silencio

La modelo y actriz ejerce de madrina del último coche eléctrico presentado por Mercedes en Barcelona en un acto con numerosa presencia de caras famosas.

Josep Sandoval. 09/05/2019

Que no cunda el pánico: la rubia, ahora platino, fue la madrina del nuevo coche eléctrico de Mercedes, que no hace absolutamente nada de ruido, pero absolutamente nada. La presentación tuvo lugar en la Cúpula de la reinventada plaza de toros de Las Arenas de Barcelona con una audiencia masiva, largas colas resueltas con habilidad a pesar del problema de las entradas electrónicas cursadas al móvil que siempre lo retardan todo a pesar de su aparente rapidez.

La reina del silencio tuvo una corte breve pero eficaz. Tres fieles caballeros andantes, Juan Avellaneda, Jan Cornet y Marc Clotet: y dos damas de honor, rubias felices, Martina Klein y Judit Mascó. Posaron juntos y por separado en este juego de intercambio de nada que suele establecerse entre el famoso convocado y los colegas de la prensa gráfica que jalean sus nombres para atraer su atención hacia su objetivo.

Amaya Salamanca junto al nuevo coche eléctrico de Mercedes (Foto: Mercedes)

Amaya Salamanca sedujo a la nueva «bestia» de Mercedes

La última en llegar fue Amaya con irregular traje blanco que dejaba al  descubierto su esqueleto un tanto preocupante, aunque ella asegura que es fruto del trabajo, últimamente películas, que alterna con el arte de llevar a su familia, esposo y tres hijos, aunque reconoce tener ayuda en casa. Y además tiene tiempo de visitar el gimnasio, un lugar repleto de palabros (que no palabras), como yoga, pilates y similares que le aterran a uno. Amaya está fracamente seductora, justa de texto y no suele ser pródiga en estos actos donde se le pide que sea simplemente la bella posando al lado de la bestia de turno.

Valtteri Bottas sin su F1 junto a Manel Fuentes y Jan Cornet (Fotos: Mercedes y Gtres)

Nutrido elenco de amantes de la velocidad

Durante el aperitivo un grupo de acróbatas con camas elásticas movían el ambiente de una audiencia que degustaba piruletas de queso contemplando las piruetas. Luego un ágil y ameno Manel Fuentes, entre reformas televisivas, presentó los coches y al presidente de Mercedes España que naturalmente contó las maravillas del automóvil en cuestión que luego fue objeto de deseo y selfi por buena parte de los asistentes. Siguió una sorpresa, la presencia del piloto de F1 Valtteri Bottas que correrá en el Circuito Catalunya de Barcelona esta semana y será el anfitrión de una afortunada espectadora que ganó un concurso electrónico celebrado in situ y le permitirá disfrutar la carrera desde boxes.

Juan Avellaneda y Marc Clotet con estilismos bien diferentes (Fotos: Mercedes)

Nos quedamos con las ganas de saber cosas de la reina Amalia y su corte, pero la frugalidad de su paso por el acto no lo hizo demasiado factible. Por ejemplo… ¿Qué demonios va a hacer Avellaneda en el televisivo Master Chef? No sabemos cual es el punto de inflexión entre sus costuras y los fogones, ni sabemos cómo alternará dedales y sartenes, tijeras y ollas, cintas métricas y paellas. También si se diseñará un delantal a medida o aceptará el que le imponga la productora.

A Marc Clotet hubiéramos querido felicitarle por su relativamente reciente paternidad y trasmitirle nuestros deseos para su encantadora esposa, la maravillosa Natalia Sánchez, que es un sueño de mujer. Y a Jan Cornet qué es de su carrera, que lo tenemos un poco olvidado desde su iniciativo debut almodovariano, y ya ha llovido mucho.

Judit Mascó y Martina Klein… una delicia de señoras  (Foto: Gtres)

Guapas y seductoras a todo gas

A Judit Mascó la vimos pasando entre fans, posando con el coche del silencio y cuando se marchaba a todo gas. Casi lo mismo que con Martina Klein, otra delicia de señora que se se fue corriendo porque había dejado a su hija con la abuela hacia una hora y ya la echaba en falta. Aunque peor lo pasará mañana, que se va a Madrid donde su Álex (Corretja, claro), siempre liado con sus cosas de tenis, la reclama. Y no nos extraña nada. Pero nada de nada.

Tras la fuga de estrellas se sirvió la cena, abundante y correcta sin excesos. Y para que el personal se fuera contento a la salida regalaron unas gafas de sol, para evitar deslumbrarnos con tanto destello (esto es una pregunta trampa).

*Foto principal: Gtres

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