Ribera del Queiles: tierra y vinos desconocidos
Seguramente tendríamos que ir a Google para encontrar la ubicación y, aun así, nos costaría nombrar algunos de sus maravillosos vinos.
Pues sí. El Quieles es un río. Y en sus orillas nacen viñas que dan nombre a los Vinos de la Ribera del Queiles, que es una Indicación Geográfica Protegida, utilizada para designar los vinos de la tierra originarios de la zona vitícola del Valle del Queiles, surcado por el río del mismo nombre, cruza la ribera de Navarra por el sur procedente de la vertiente norte del Moncayo. El río se desliza suavemente desde las faldas del Moncayo y desemboca en el Ebro a la altura de Tudela.
La creación de la Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra Ribera del Queiles fue reglamentada mediante una orden ministerial el 10 de noviembre de 2003 y ampara los vinos elaborados con uvas de los viñedos cultivados en los términos municipales aragoneses de Grisel, Lituénigo, Los Fayos, Malón, Novallas, Santa Cruz del Moncayo, Tarazona y Torrellas y Vierlas; y los navarros de Ablitas, Barillas, Cascante, Monteagudo, Murchante, Tudela (la parte ubicada al sur del río Ebro) y Tulebras.
Los vinos de la bodega Guelbenzu llevan el sello propio de la Ribera del Queiles
Maravillosos los vinos de Bodega Guelbenzu, que cuenta con 46 hectáreas de viñedo, con más de 20 años de antigüedad, ubicadas en Vierlas, en pleno Valle del Queiles, en el pago La Lombana. La Lombana es una finca de forma alargada compuesta por materiales del periodo terciario, con más de 22,5 millones de años de edad. El suelo, pedregoso y de baja fertilidad, resulta extraordinario para el cultivo de la vid por su textura, drenaje, bajos rendimientos, capacidad de resistencia a la sequía y bajo riesgo de heladas. Pero si tuviese que elegir, amén de mi querido tres al cuadrado (3²) me quedaría con uno de los vinos del Proyecto Garnachas de España y que se llama La Garnacha Salvaje del Moncayo.
El vino del grupo Vintage, un rico manjar con toques afrutados y vegetales
Ni que decir tiene, que se hace con garnacha 100 % y es uno de mis preferidos del grupo Vintae. Solo cinco meses de barrica para no robar protagonismo a la fruta. De color guinda granate, brillante y con ribete joven. Buena nariz que nos regala aromas de fruta roja, bayas silvestres y un toque vegetal tímido, pero presente. Y en boca es sabroso, equilibrado, muy frutal, con predominio de fresas y frambuesas, y un final goloso y tremendamente largo. Merece la pena conocer la tierra y los vinos de Ribera del Queiles.