Aceite de argán o de coco para cuidar la piel, un dilema sencillo
En los últimos años los aceites de argán o de coco se han incorporado en la rutina de belleza diaria, pero ¿conoces las propiedades de ambos?
Desde la época de los faraones, los aceites eran usados para mantener el bienestar de la piel y el cabello. Y es que, en los últimos años, no hemos parado de ver cómo los aceites se han introducido en las rutinas de belleza y cosmética, con el objetivo de rejuvenecer nuestra piel y mantenerla hidratada. Son muchos los tipos de aceites que puedes utilizar para tu piel o cabello, pero hoy vamos a centrarnos en dos de los más usados: el aceite de argán y el aceite de coco.
Estoy segura de que en más de una ocasión no has sabido por cuál de estos dos aceites decantarte. Esta no es una decisión que se deba tomar a la ligera, ya que, al igual que las cremas, cada aceite está indicado para un tipo de piel o necesidad.
El aceite de coco nos ayuda a hidratar, nutrir la piel y el cabello en profundidad
En el lado de la cosmética, el aceite de coco es perfecto para cuidar e hidratar nuestra piel y cabello. Su contenido en vitamina E ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a reparar los tejidos dañados. Por lo tanto, se puede utilizar como cualquier crema facial o corporal, y va perfecto para nutrir la piel y darle más luminosidad.
Si padeces de acné o tienes una piel con tendencia grasa no hay ningún problema en que utilices el aceite de coco, ya que posee propiedades antibióticas y antifúngicas, capaces de acabar con hongos, infecciones o bacterias. Gracias a este poder curativo, el aceite de coco te ayudará a prevenir la aparición de granos, a prevenir problemas en el cutis y regular el exceso de sebo de la piel.
En cuanto al pelo, el aceite de coco contiene un efecto reparador y nutriente. Es perfecto para cabellos secos y apagados. Si notas que tienes el pelo poco hidratado y seco, puedes aplicarte el aceite a modo de mascarilla y dejarlo actuar durante toda la noche. Al día siguiente te vuelves a lavar el pelo y retiras el aceite. De este modo conseguirás una reparación profunda y protegerás tu cabello de todo tipo de agresiones externas.
El aceite de argán, el remedio perfecto para todo tipo de pieles
El aceite de argán es originario de Marruecos y natural de la argania espisona, una planta salvaje que crece en zonas desérticas del país y la que se le conoce comúnmente como el árbol de la vida. En este caso, el aceite se obtiene tras aplastar las pequeñas pepitas que contiene en su interior el fruto de la argania.
La ventaja que tiene el aceite de argán sobre cualquier otro, es que es un producto apto para todo tipo de pieles, ya sean muy secas, o grasas y con tendencia acnéica. Además, destaca su capacidad regeneradora, por lo que se recomienda aplicar sobre marcas y cicatrices que hayan podido aparecer tras sufrir una caída u operación. Por este motivo, también se recomienda su uso en embarazadas, con el objetivo de evitar las molestas estrías que pueden aparecen en la zona del vientre.
Al igual que el aceite de coco, el argán también contiene vitamina E y ácidos grasos esenciales, por lo que posee propiedades antioxidantes y evita el envejecimiento prematuro de la piel, la cual hidrata y nutre en profundidad.
A pesar de que ofrece todas estas ventajas en la dermis, el aceite de argán es conocido por ser uno de los productos estrella de la peluquería. Si sufres de cabello seco, el aplicar con los lavados el aceite de argán te ayudara a nutrirlo en profundidad, aumentar su suavidad, brillo y reparar los daños ocasionado por las planchas y demás técnicas de peluquería.
Incorporar el aceite de argán o de coco a tu rutina de belleza podrá ayudarte a mejorar el estado de tu piel y estar radiante durante el verano, una estación en la que deberás hidratar mucho tu piel y protegerla de los rayos dañinos del sol.