¿Cómo debemos hablar del suicidio?
El suicidio se cobra la vida de 10 personas cada día en España, donde ya es la primera causa de muerte no natural.
Sigue siendo un tema muy silenciado socialmente, a pesar de que se llevan pulcramente todos los registros desde hace años. Concretamente, los últimos datos oficiales aportados por el INE corresponden al año 2017 y son alarmantes. Recogen un total de 3.679 muertes por suicidio, algo más del 3 por ciento respecto al año anterior. Esto lo coloca muy por delante de las muertes por accidente de tráfico. Y sin embargo, continúa siendo un tema tabú. ¿Cómo debemos abordar la temática del suicidio para prevenirlo en nuestro entorno?
El pasado día 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una fecha señalada por la OMS para abordar un problema que, cada año, afecta casi a un millón de personas en todo el mundo. Y lo peor de todo es que va a más, ya que las tasas de suicidio han llegado a aumentar hasta en un 60 por ciento a nivel global. Es por ello que se espera del conjunto de los países una serie de acciones y compromisos encaminados a su prevención.
Jornada “Conect@ con la vida”
En España estos esfuerzos se han materializado recientemente a través de la jornada “Conect@ con la vida”, organizada por la Confederación Salud Mental España y celebrada el pasado 23 de septiembre, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Mental.
Fueron alrededor de 200 personas las que se congregaron en esta ocasión tan señalada, como vocales expertas en salud mental y especialistas en la atención, intervención y prevención de las conductas suicidas. Además, asistieron para dar testimonio algunos supervivientes del suicidio, así como familiares afectados por alguna pérdida, todos ellos actores fundamentales en la comunicación sobre la gravedad que conlleva el acto de tratar de quitarse la vida.
La prevención del suicidio: tema central de “Conect@ con la vida”
El presidente de la Confederación Salud Mental España se ha mostrado crítico sobre la atención del sistema sanitario español respecto al suicidio. Sobre todo por una razón: porque se puede prevenir. Aunque, para lograrlo, hace falta invertir en “medidas eficaces y adecuadas”. Ya en la inauguración sugirió, como medida urgente, la implantación de un teléfono de atención al riesgo suicida, que sea de carácter público, gratuito, de tres cifras y fácil de recordar, asegurando así la atención, seguimiento y control profesional que esta situación necesita. Si esto es algo que ya existe con el 016, para la atención a las víctimas de violencia machista, ¿por qué no especializar también este tipo de atención ante una situación de riesgo de suicidio?
Actualmente los teléfonos de ayuda como puedan ser “el teléfono de la esperanza” están atendidos por voluntarios, con muy buenas intenciones, pero no necesariamente formados técnicamente para responder ante una llamada sobre ideación o tentativa suicida. Sin embargo, una educación específica por la que se sepa responder en estos casos es fundamental, ya que podría suponer la diferencia entre intentar o no intentar cometer el suicidio por parte de la persona que pide ayuda.
¿Por qué el suicidio es un tema tabú?
Una de las razones por las que no se toca apenas el tema del suicidio es por la complejidad que conlleva, precisamente, el “no hacerlo bien”. Si bien es necesario hablar de ello, comunicar su incidencia y alertar sobre su peligrosidad, no puede hacerse de cualquier manera. Los expertos alertan del riesgo de provocar un efecto llamada con el que podrían aumentar los suicidios, en vez de remitir. Ya sea por generar un halo romántico como sucediera en la serie Por 13 razones o por mostrarse el suicidio como una salida más y válida para escapar de algunos problemas o reveses de la vida, hay que tener mucho cuidado al hablar del suicidio. Especialmente desde los medios de comunicación.
“Los medios de comunicación deben informar sobre este tema, pero no de cualquier manera”. Así lo afirma Helena de Carlos Muñoz, ponente en “Conect@ con la vida” y directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Fundación Manantial, una de las más importantes entidades sin ánimo de lucro de nuestro país, destinada a la recuperación de las personas con problemas de salud mental.
El suicidio en los medios de comunicación
Así es como se debe hablar del suicidio en los medios de comunicación, según aconseja de Helena de Carlos Muñoz, recordándonos las recomendaciones realizadas por la OMS:
- Presentarlo como un hecho, con información clara, precisa y fidedigna en un lenguaje respetuoso y sin sensacionalismos.
- Publicar la noticia en páginas interiores.
- Tener en cuenta el impacto en familiares y allegados.
- Aprovechar para educar con divulgación sobre factores de riesgo (señales de aviso previo, perfiles) y protección (hablar de la ideación suicida, de que es lo que le hace sufrir), así como informar sobre recursos e instituciones de ayuda.
- Generar esperanza: informar de que es un problema de salud tratable.
- Tener especial cuidado con el tratamiento de la información en casos de personas famosas, ya que podrían tener una gran influencia sobre alguien en una situación vulnerable.
En cambio, desde Fundación Manantial nos previenen sobre algunos tipos de enfoque y actuación. Esto es lo que no debemos hacer:
- No detallar el método.
- No simplificar las causas.
- No idealizar, ni plantearlo como algo romántico, ni como solución a los problemas.
- No utilizar adjetivos del tipo “indoloro”, “rápido”, “sencillo”, o “fácil”.
- No publicar en portada.
Todos podríamos vernos afectados
Es verdad que el riesgo de intentar acometer el suicidio es mucho mayor en la medida en que exista una enfermedad mental anterior. Por poner ejemplos citados por la Confederación Salud España, entre las personas con esquizofrenia la probabilidad es nueve veces mayor, mientras que en la depresión, en los trastornos de alimentación y en toxicomanías el riesgo se multiplica por 21, por 33 y por 86, respectivamente.
Pero, como nos recuerda Helena de Carlos, “el suicidio no tiene sólo que ver con una etiqueta diagnóstica, sino que a veces uno puede enfermar también porque le pasan cosas”. No debemos olvidar que, en ocasiones, la vida puede ponernos a cualquiera en situaciones límite, como pueda ser la pérdida de seres queridos, el fracaso personal y empresarial, o incluso un acoso escolar sostenido en el tiempo, que podrían conducir a la persona a una depresión o, simplemente, a no saber manejar esa situación, llegando a creer que el suicidio es la salida. Por ello debemos ser sensibles a cualquier manifestación de ideación suicida que captemos en nuestro entorno.
¿Cómo reaccionar cuando alguien nos confiesa que está pensando en suicidarse?
“Lo más importante es que esa persona tenga la posibilidad de que alguien le escuche”, afirma la experta. No debemos minimizar a través de frases del tipo: “No, hombre no, qué tontería, cómo vas a hacer eso…” En vez de ello, debemos enfrentarnos al problema de la persona con preguntas directas del estilo “¿Qué te pasa?, ¿por qué estás pensando en esto?, ¿qué ha sucedido para llegar a esta situación?” De esta manera, conseguiremos que hable sobre lo que le hace sufrir. “Sólo esto ya tiene un efecto muy positivo”, asegura. “Debemos conseguir que la persona sienta que no está sola y tiene apoyo; generarle un mensaje de esperanza”.