One Manhattan West, el nuevo icono de Manhattan
Ya puedes alquilar una oficina en el nuevo icono de Nueva York, un espectacular rascacielos de cristal, metal y hormigón que sobrevuela las vías de la Estación Pennsylvania.
Lo mejor que nos ofrece la arquitectura es poder disfrutar de espacios que fomenten nuestro desarrollo personal y profesional. Para ello, debemos tener en cuenta que las distancias físicas entre las distintas facetas de nuestras vidas deben ser aproximables, por aquello del confort. Así, parece contra-natura tener que recorrer extensísimas autopistas para entrar en nuestras oficinas y desarrollar nuestro trabajo, pero peor es cuando después de un arduo trayecto nos encontramos con obsoletas e inoperantes instalaciones.
¿Cómo podemos solucionar esto? Como siempre, Nueva York nos ofrece ejemplos de alto interés, ya lo vimos en Hudson Yards, y ahora os presentamos un nuevo rascacielos de la Gran Manzana, una construcción que empezó en 2015 y acaba de finalizar (octubre de 2019). Se trata de un edificio de oficinas dentro de un singular plan urbanístico, que aprovecha su ubicación para lograr un desarrollo que implique el aprovechamiento de cada uno de nuestros minutos, con mucho lujo, cierto, pero la mejor forma de hacer las cosas bien es invirtiendo.
One Manhattan West se convierte en el undécimo edificio más alto de Nueva York
Manhattan West es una nueva reorganización urbana muy próxima a la Estación Pennsylvania, que proveerá a la ciudad de 465.000 metros cuadrados más de superficie construida, distribuidas en dos torres de oficinas con 185.000 metros cuadrados de superficie, un edificio residencial con 844 apartamentos de distintas proporciones, 21.000 metros cuadrados de tiendas y restaurantes, un hotel y 8.000 metros cuadrados de espacio público (que incluye muchísimas zonas verdes).
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El edificio más alto del complejo mide 303,30 metros, una altura que lo convierte en el número once de la lista de edificios más altos de Nueva York. Esta nueva torre se llama One Manhattan West y se ha inaugurado a finales de octubre. La compañía encargada de su diseño, así como de todo el plan urbanístico, es la conocidísima Skidmore, Owings and Merrill, SOM Arquitectos. Ellos dotaron al edificio de un porte rectilíneo con esquinas redondeadas y un chaflán vertical, en una fachada que reivindica que la altura no lo es todo, sino que el estilo también importa.
Un edificio atemporal que servirá de centro de operaciones de todo tipo de empresas
Los orgullosos promotores de este nuevo sector urbano se llaman Brookfield Properties y se inflan (metafóricamente, claro) al hablar de su criatura: «Nuestro objetivo para One Manhattan West era crear una torre de oficinas atemporal que ayudara a las empresas que impulsan la economía mundial a atraer, retener y aprovechar al máximo sus fuerzas laborales», palabras de Ric Clark, presidente de la compañía. Además añadió que «el producto terminado supera incluso nuestras propias expectativas sustanciales”.
La torre se alza gracias a un robusto núcleo de hormigón armado que comparte carga con elementos metálicos, algo que recibe el nombre de estructura mixta en construcción, debido a que combina dos (o más) sistemas estructurales. La compañía encargada del suministro e instalación de todo el acero estructural se llama Walters Group Inc., ellos nos cuentan en su página web que utilizaron la nada desdeñable cifra de 18.000 toneladas de metal, y que su elemento más complicado y singular mide 21 metros, pesa 87 toneladas y se eleva desde el sótano en la esquina suroeste del núcleo de hormigón.
La torre está revestida por paneles de cristal que ayudan a lograr la certificación LEED GOLD y aportan unas vistas inmejorables
El edificio se sustenta por encima de las vías de la Estación Pennsylvania, por ello la singular estructura del rascacielos, que se ubica en su centro para evitar la repartición de cargas en una superficie más amplia. El núcleo es tan grande y visible que había que dotarlo de belleza, por lo que se emplearon 400 metros cuadrados de mármol travertino, para cubrir la parte estructural que da al fabuloso vestíbulo del complejo de, nada más y nada menos, que tres plantas de altura.
El edificio de 67 plantas está revestido por paneles de cristal de grandes proporciones, que no sólo proveen al inmueble de espectaculares vistas, sino que también contribuyen a que logre la certificación LEED GOLD, una certificación que tiene desde el diseño del proyecto, y que garantiza su eficiencia energética. El 90% de la superficie del edificio está ya alquilada, muchos metros cuadrados se los han llevado influyentes empresas como la Liga Nacional de Hockey, Accenture, Skadden Arps, Slate, Meagher & Flom LLP, EY, o McKool Smith, pero no te desanimes, quedan 8360 metros cuadrados sin adjudicar… ¡Aún puedes sumarte al sueño neoyorquino!