Rafa Nadal y Gerard Piqué, los grandes protagonistas de la Copa Davis
España ante su público consiguió su sexta ensaladera en un formato revolucionario que, aunque debe pulirse, ha suscitado gran interés.
La Copa Davis 2019 arrancó la semana pasada en Madrid con 18 equipos que, en menos de una semana, darían un ganador. La competición no empezó bien para España. Roberto Bautista, conocedor del grave estado de su padre, tuvo que abandonar el equipo tras perder el primer partido contra Rusia. Bautista luego volvería, de manera épica, en la final contra Canadá para conseguir un punto decisivo. Recibió el apoyo de sus compañeros, del público, los medios, y unas emocionantes palabras de admiración de Rafa Nadal, el auténtico héroe del torneo y su mejor jugador.
El manacorí, que en casi todas las eliminatorias (frente a Rusia, Argentina y Gran Bretaña) tuvo que jugar con España yendo a remolque, dio una gran exhibición de tenis tanto en sus partidos individuales como en el de dobles que, salvo en la final, se tornaron decisivos. Poco importó su apretado calendario o sus problemas físicos para entregarse en cuerpo y alma, para conseguir victoria tras victoria, ante la impotencia de sus rivales. Posiblemente sea el deportista español más grande de todos los tiempos.
Animando a Kazajistán
Entre selecciones de gran tradición tenística, (quedaron décimos a la altura de EEUU o Italia) el equipo nacional de Kazajistán logró un notable éxito -ya el hecho de conseguir clasificarse a la fase final lo fue- consiguiendo eliminar en Madrid a Holanda y dar mucha guerra a un conjunto británico que luego llegaría a semifinales.
Acudí a la Caja Mágica a animar a Kazajistán porque en este equipo juega un amigo, Alexander Bublik, al que conozco desde que nació cerca de San Petersburgo hace 22 años. Jugaba yo a baloncesto con Stas, su padre y actual entrenador del tenista, y el chaval ya destacaba desde muy pequeño. Con solo cinco años acudió a la Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero. Ahora, varios años después, es número 50 del mundo, posee uno de los saques más potentes del circuito y un juego variado y atractivo que se le atraganta a cualquier figura del tenis que se le ponga enfrente.
Los aficionados kazajos animaron mucho, dieron colorido y sus deportistas mostraron un brillante juego. Las más de seis horas de su eliminatoria frente al Reino Unido se me pasaron volando. Ojalá el año que viene vuelvan a Madrid, que en 2020 repite como sede.
Una nueva Copa Davis, más dinámica y emocionante
La resistencia al cambio es algo muy común en la vida en general y en el deporte en particular. Tardó en llegar el ojo de halcón (ahora VAR) al fútbol, tardaron en llegar los profesionales de la NBA a jugar las Olimpiadas, y por fin se ha cambiado el anticuado modelo de la Copa Davis, su inverosímil calendario y aquellas eliminatorias eternas de cinco sets.
Este formato tiene dinamismo, emoción e implicación -solo ha sido abiertamente criticada por Alexander Zverev y Roger Federer– y de los grandes jugadores clasificados, solo el ruso Danil Medvedev no acudió, saturado por un intenso año en el que ha jugado más partidos que nadie.
El público criticó la falta de asistentes en la Copa Davis
Compaginar 18 equipos en solo tres pistas dificultó el horario de muchos partidos, por ejemplo el encuentro EEUU – Italia acabó cerca de las 4 de la madrugada.
Al organizador, la empresa Kosmos de Gerard Pique, le favoreció que España ganase la eliminatoria, pues otra de las críticas referidas estuvieron relacionadas con la escasez de público en bastantes de los encuentros. El combinado español llenó la Caja Mágica en todos sus partidos.
Una gran inversión con la que Piqué, por el momento, sale airoso
Y una última cuestión es la viabilidad económica. El Grupo Kosmos estrenó en esta edición de 2019 este proyecto que le supondrá un total de 100 millones de euros anuales de gastos, un dinero destinado a organizar la cita, premiar a los participantes y seducir a las federaciones. Una inversión total de 3.000 millones de dólares (el acuerdo es a 25 años) que cuenta como principal sustento económico con Rakuten, un gigante tecnológico japonés, patrocinador también del FC Barcelona.
Piqué ha demostrado ser un deportista atípico, gestionando enormes inversiones en primera línea (se le ha criticado también su posible pérdida de implicación como futbolista profesional, pero su rendimiento en el campo sigue siendo bueno) y revolucionando el mundo del tenis. Su primer paso, a pesar de los inconvenientes comentados, me ha parecido muy exitoso.
*Foto principal: Gtres.