Cómo elegir la medalla de oro perfecta
Las medallas religiosas son un regalo fantástico para determinadas ocasiones, como nacimientos o primeras comuniones, pero en su compra se deben tener en cuenta algunos detalles.
En España es tradición regalar medallas de oro religiosas en diferentes momentos de la vida, como el bautismo, la comunión y la confirmación. La mayor parte de nosotros nos hemos visto en la tesitura de cumplir con la tradición y hacer este regalo que pasa de generación en generación. A primera vista puede parecer una tarea fácil pero una vez que entras en el mundo de las medallas religiosas te das cuenta de que no es tan fácil elegir la medalla de oro religiosa perfecta.
Para elegir la medalla perfecta siempre se debe tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales. En primer lugar, de qué ocasión se trata y cuál es su significado. En segundo lugar, si queremos grabarla para conmemorar una fecha, en tercer lugar, el tamaño de la medalla y por último el peso. Hoy en día también tenemos que considerar donde está fabricada.
Medallas de oro para bautizo y comunión
El primer gran acontecimiento en el que se regalan este tipo de medallas es el bautismo. Generalmente el regalo de la medalla lo hacen los padrinos, aunque también puede ser que la tradición familiar marque que sean los abuelos. La medalla de bautismo religiosa es un regalo atemporal cargado de simbolismo. Una joya que se debe elegir muy bien ya que acompañará al bebé a lo largo de su vida. Por lo general, para el bautismo se regalan medallas con la imagen del Niño Jesús, del Ángel de la Guarda, la Virgen Niña, la Virgen con Velo o la Virgen con el niño. Aunque también se pueden regalar medallas del santoral, es decir la medalla del santo del bautizado.
En la comunión y confirmación, se regalan generalmente medallas con un carácter de fe más profundo. Por ello las medallas más adecuadas para estas ocasiones son las que tienen un Cristo o incluso escapularios que llevan imagen por los dos lados, normalmente del Sagrado corazón y la Virgen del Carmen, o de la virgen del Ave Manos y el Cristo Salvador.
La medalla debe ser de oro de 18kt
Si queremos grabar la medalla con la fecha que vamos a conmemorar, es muy importante que las medallas sean de oro macizo. Las huecas sólo se pueden grabar por láser y además se rompen con el tiempo. Los escapularios como las medallas huecas tampoco son recomendados para grabar, ya que tienen poco espacio para ello. Otro aspecto muy importante es el tamaño de las medallas. Por lo general cuanto más grande sea la medalla mejor. Pero tampoco se trata de regalar un medallón gigantesco. Los tamaños más vendidos en España y que se pueden usar durante toda la vida son las medallas que tienen un diámetro de entre 14 y 18mm.
Además, hay que entender que el peso o gramos de oro que tiene la medalla es un factor determinante. Cuanto más grande sea la medalla, sobre todo si es maciza mayor será su precio, y más se revalorizará su valor con el tiempo. Tampoco se puede pasar por alto el quilatare del oro. Es muy importante que el oro sea de 18kt. Por otro lado, hay que tener cuidado con las medallas de 9k que venden por Internet, ya que este tipo de medallas llevan más de otros metales que de oro.
Rechaza medallas que no sean artesanas
La única manera real objetiva de poder comparar la calidad y hechura de una medalla es el peso. Y esto hay que tenerlo muy en cuenta. Desgraciadamente son pocos los joyeros que orgullosos de su trabajo exponen abiertamente el peso aproximado que tienen las medallas que venden. Por el contrario, también es muy importante valorar la calidad del trabajo artesano en la realización de la imagen religiosa y la hechura con la que se ha terminado la medalla, su trabajo final manual, pues ambos son los que hacen que una medalla sea una obra de arte de calidad.
Por último, cada día es más importante donde está fabricada la medalla. Muchas de las que nos ofrecen pueden parecer muy baratas, y esto se debe a que generalmente a que tienen muy poco peso. Muchas veces no llegan ni a un gramo, y que están hechas en China o por máquinas. Estas son una peor inversión. Las medallas macizas de oro de 18kt (quilates) y fabricadas artesanalmente en España son la mejor opción.