Uno de los secretos mejor guardados de Meghan: sabe hablar español

La duquesa de Sussex se refugia en sus planes solidarios para olvidarse de una faceta de su vida que va poco a poco siendo una parte del pasado. De este modo, en su última visita solidaria, Meghan Markle tuvo tiempo incluso de hacer gala de uno de los secretos mejor guardados de su personalidad. Porque la esposa del príncipe Harry sabe hablar español y lo utilizó en varios momentos para entablar conversación con los voluntarios y miembros de la organización benéfica Homeboy Industries.

Así lo ha confirmado el padre Greg Boyle en declaraciones a la revista estadounidense People. El fundador de esta entidad afincada en Los Ángeles, que ayuda a muchos jóvenes a buscarse un futuro más allá de la delincuencia y las pandillas, confirmó que «Meghan habló en español perfectamente con una mujer joven. Ella utilizó directamente el español, lo cual fue una revelación, y fue muy bueno».

Meghan perfeccionó su español en Argentina

Esta facilidad de Meghan Markle con los idiomas es una de las facetas menos conocidas de su personalidad. Pero no es desconocida, ya que durante su etapa como estudiante, la duquesa de Sussex tuvo la oportunidad de estudiar español. Licenciada en Teatro y Relaciones Internacionales, realizó prácticas en la embajada de Estados Unidos en Argentina y allí perfeccionó el idioma. Markle también tiene conocimientos de francés.

Sin duda que este tipo de eventos estarán ayudando a Harry y Maghan a olvidarse por un tiempo de otros asuntos menos agradables y de los que han huido de Londres. Como el contencioso judicial que mantiene Meghan Markle con The Mail On Sunday por la publicación de un artículo que reproducía partes de una carta personal que le había enviado a su padre Thomas Markle en agosto de 2018.

Una boda millonaria pagada por los británicos

Un pleito que ha servido además para que los abogados de la duquesa de Sussex aclaren algunos datos que la prensa británica ha utilizado con frecuencia contra la pareja. Como que fueron los propios contribuyentes británicos los que pagaron la gran parte de la boda real. El coste de la ceremonia se estima en 32 millones de libras. La casa dirigida por Isabel II pagó solamente el servicio de la iglesia, las flores y la recepción; unos 2 millones de libras. Los 30 millones restantes se destinaron principalmente a medidas de seguridad del evento.

Los expertos afirman sin embargo que la boda generó importantes ganancias para el turismo local. Se estima en unos 300 millones de libras su impacto directo, que podría ascender a los mil millones si suman aspectos relacionados con el comercio local. Entre los datos curiosos de la boda sabemos ahora que el vestido de Meghan, las flores, la comida y las bebidas llegaron rondaron el millón de libras. O que el pastel de flores de saúco de limón costó 50.000 libras. Menos que las 90.000 libras que costaron las 20 trompetas plateadas utilizadas para anunciar el evento.