Naya Rivera puso a salvo a su hijo antes de morir ahogada

Los peores augurios se acabaron cumpliendo a lo largo del lunes. El sheriff del condado de Ventura, en California, ordenó a los equipos de rescate que centraran la búsqueda de Naya Rivera en una zona del lago Piru donde la actriz hizo la última foto junto a su hijo. Fue un selfie que envió a un familiar lo que acabó acotando la zona donde había que buscar a la actriz, desaparecida desde el pasado miércoles.

Allí, cerca de una cala donde los dos habían arribado, las autoridades encontraron hundido el cuerpo de una joven. Horas después confirmaban que era la actriz. El sheriff Bill Ayub comunicó a los periodistas congregados en las cercanías del lago que no había evidencias de violencia ni de un posible suicidio.

Más bien al contrario y como supuso desde el primer momento, el suceso se produjo por un trágico accidente. «Naya Rivera reunió suficiente energía para llevar a su hijo de vuelta al barco, pero no la suficiente para salvarse», declaró el sheriff. Al parecer, todo se produjo cuando madre e hijo intentaban regresar al bote que habían alquilado unas horas antes, desde una zona de playa donde habían fondeado para pasar la tarde. En el trayecto a nado de ambos, algo inesperado sucedió y la actriz murió ahogada.

Fueron los empleados de la empresa de alquiler de embarcaciones los que encontraron a la deriva el bote con el pequeño Josey de cuatro años durmiendo en su interior. Él niño les dijo que su madre había saltado al agua, pero que nunca regresó al bote. La actriz, que ganó popularidad por su participación en la serie Glee, conocía el lago a la perfección. Había crecido a pocos kilómetros de allí. Pero al parecer su experiencia no le sirvió para evitar las peligrosas corrientes y la resaca que afecta al embalse. A la vista del suceso, las autoridades podrían ahora prohibir el baño en esta zona tan popular de California.