Kanye West en su primer mitin político: «Casi mato a mi hija»
Kanye West sigue adelante con su carrera hacia la Casa Blanca con un discurso repleto de mensajes populistas y en medio de las dudas sobre su salud mental.
Kanye West no tiene pensado retirar su candidatura a la Casa Blanca. Al menos por unos días. O hasta que las cuentas no salgan; sea lo que sea lo que cuente. El rapero participaba anoche en su primer mitin electoral. Lo hacía en Carolina del Sur, ante un nutrido grupo de seguidores a los que les resultó algo complicado seguir su discurso. Por ahora, el personaje sigue ganando al fondo político de sus comparecencias y los analistas no le acaban de coger el aire.
El marido de Kim Kardashian apareció ataviado con un chaleco antibalas militar y con un 2020 rasurado en su cabello. Todo un marco de intenciones. Y sobre el escenario centró su discurso en varios temas como la pobreza, el aborto o el racismo. Asuntos recurrentes que adornó con sensibles referencias a lo divino y a lo religioso.
Kanye West cry’s at South Carolina rally and says he was almost aborted. Kanye also says he almost aborted his daughter North 😢#kanyewest #kanye2020 #yeezy pic.twitter.com/ABcB5XBE7n
— Culture Link (@CultureLinkco) July 19, 2020
El aborto centró el primer mitin de Kanye West
El cantante reveló incluso que él y Kim Kardashian querían abortar cuando estaba embarazada de su hija North. Pero en un momento dado Dios acudió a él y le dijo que eso no estaba bien. Se encontraba lejos de casa, en plena gira de conciertos. Entre lágrimas, Kanye West aseguró a su audiencia que llamó a su mujer y la convenció de no tomar las pastillas que habrían provocado el aborto. Todo ello antes de romper a llorar mientras decía: «¡Casi mato a mi hija!».
Fue quizá el momento más intenso de un mitin en el que el cantante se movió por el populismo con un gazpacho de ideas que ha desatado todas las alarmas. La prensa estadounidense sigue recordando que West sufrió un importante brote psicótico allá por 2016 que le obligó a cancelar su gira. Y el portal TMZ sugirió la semana pasada, citando fuentes cercanas de su familia, que el rapero tiene un trastorno bipolar. «No me importa una mierda si gano la presidencia o no», declaró ante la audiencia, antes de asegurar que «hay personas sin hogar frente a la tienda Gucci. Me importan esas cosas. Y estoy al servicio de Dios».