Nueva York pierde atractivo inmobiliario por culpa de la pandemia
Los expertos inmobiliarios confirman el descenso del sector inmobiliario en Nueva York debido al coronavirus, pero matizan su impacto por barrios.
Superados los seis millones de contagios en todo Estados Unidos, el coronavirus se ha cebado especialmente desde el pasado mes de marzo con Nueva York. En la ciudad han padecido la enfermedad más de 240.000 personas, casi el doble en todo el Estado. Con casi 24.000 fallecidos, la pandemia ha dejado importantes efectos en toda la ciudad. Cuentan los que allí viven que lo habitual estas semanas es ver un trasiego constante de camiones y furgonetas de mudanza. La lista de espera es extensa.
Son muchos los que han decidido abandonar la ciudad, sobre todo la almendra central. Algo que ha tenido un reflejo relevante en la oferta inmobiliaria y que ha generado cambios que el sector empieza a asimilar. De este modo, el análisis que muchos hacen deja en mala situación a zonas de la ciudad que hasta hace unos meses eran las preferidas para vivir.
El atractivo inmobiliario en Nueva York cambia de zonas
Manhattan es la peor situada. Porque los contratos allí cayeron un 26 % durante el mes de agosto frente a los datos registrados en el mismo mes del año anterior. Jonathan Miller, presidente y director ejecutivo de la firma de tasación Miller Samuel asegura en su último informe que los neoyorquinos han elevado la demanda de los cercanos Hamptons y North Fork. «Zonas que registraron fuertes aumentos para las casas unifamiliares, aproximadamente el doble, en comparación con los niveles de hace un año», según apunta Miller.
Este experto cree que no se puede generalizar en todo Nueva York una tendencia a la baja del mercado inmobiliario. Según él, barrios como Brooklyn han experimentado una inusual demanda; los contratos allí crecieron un 182 % en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior.«Los compradores de Manhattan están girando tanto a los distritos exteriores como a los suburbios», afirma Jonathan Miller. El experto estima en declaraciones a Bloomberg que «alrededor de 40.000 a 50.000 neoyorquinos más de lo habitual se irán a los suburbios este año».