Revés judicial para Meghan Markle, que sigue atacando a la prensa

Meghan Markle ha participado en las últimas horas en la cumbre virtual de las mujeres más poderosas del mundo organizada por Fortune. En su presencia por videoconferencia ha intentado mostrar una imagen despreocupada con respecto a las críticas que recibe por buena parte de la prensa. Pero en su propio discurso deja ver que hay bastantes aristas por limar. La duquesa de Sussex llegó a decir en su intervención que no presta atención a los «halagos o críticas» que se publican sobre ella. Para lamentar poco después que todo lo que dice acaba siendo incendiario, porque es el resultado de la interpretación que hace la gente sobre ello. «Si escuchas lo que realmente digo, no es controvertido», afirma la duquesa.

En la conversación mantenida con la editora de Fortune, Ellen McGirt, Markle llegó a lamentar la desinformación sobre ella que corre por las redes sociales o los medios de comunicación. La esposa del príncipe Harry afirma que mucho de lo que se escribe sobre ella no se fundamenta en algo que haya dicho o escrito. Y que ahora mismo se siente liberada de las opiniones sobre ella y que por lo tanto «es muy fácil vivir con paz y vivir con autenticidad, y así es como elijo moverme por el mundo». 

Meghan Markle sigue la batalla legal contra la prensa

Tan auténtica como la batalla legal que mantiene en Londres contra los tabloides a los que acusa de difamarla y entrometerse en su vida privada. Un proceso que no parece ir con con el sosiego que ella y su nuevo equipo legal desearían. Porque el juez ha admitido que el grupo editorial Associated Newspapers, con cabeceras como Mail on Sunday, utilice en su defensa la reciente biografía Finding freedom. Una decisión que podría condicionar el resultado final de un proceso que comenzará a principios del año que viene. Markle denunció a este grupo editorial porque publicaron extractos de una carta personal que envió a su padre semanas antes de la boda con el príncipe Harry.

El medio británico se ampara en la libertad de prensa y en las fuentes que le facilitaron la información. Y de paso, quiere demostrar que la propia Meghan Markle ha filtrado supuestamente información sobre su vida privada. Como en el caso de la biografía citada, que durante meses recibió el beneplácito de la pareja y de la que ahora reniegan. Un libro en el que además de publican pasajes de la polémica carta.