Mariah Carey habla de Lady Di y la mirada de terror que vio en sus ojos cuando se conocieron

Una simple mirada en una fiesta en 1995 le valió a Mariah Carey para descubrir el alma torturada de Lady Di. Un encuentro fortuito en el que no hubo intercambio de palabras, pero que marcó la vida de la cantante, hasta el punto de incluir este hecho en su autobiografía .

La intérprete de Hero se ha abierto en canal y ha compartido con sus seguidores algunos de los episodios más importantes de su vida. Vivencias que ha plasmado sobre el papel y que van desde su traumática infancia hasta los hechos más anecdóticos, como su encuentro con Lady Di. Una mujer a la que admiraba profundamente y en la que se inspiró para confeccionar el vestido de novia para su boda con Tommy Mottola en 1993.

 

 

 

 

 

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Una publicación compartida de Mariah Carey (@mariahcarey) el 29 Sep, 2020 a las 5:31 PDT

Mariah Carey habla de la mirada de terror y soledad de Lady Di

Era 1995, y Diana de Gales y Mariah Carey acudían a una fiesta del mundo de la moda en Nueva York. Un evento en el que Lady Di acaparaba todas las miradas, incluso las de la cantante. Aunque no pudo intercambiar palabra con ella, se percató de la soledad que se escondías tras sus ojos. «Tenía esa mirada: el terror sordo, ardiendo tras sus ojos, de no quedarse nunca sola. Las dos éramos como animales atrapados en ese mundo de alta costura», escribe Mariah.

Un hecho anecdótico con el que la cantante aprovecha para reflexionar sobre la exposición pública de los famosos y el papel de los paparazzi en los años 90. Mariah Carey asegura que si antes los fotógrafos estaban continuamente detrás de ellas, ahora las redes sociales juegan un papel similar.

Las redes sociales podrían haber ayudado a Diana de Gales

Según relata la cantante, a través de estas plataformas los famosos reciben numerosos ataques, pero también sienten el calor y apoyo de los que más los quieren, algo que considera le habría venido muy bien a Lady Di.

«En las redes sociales, nuestros fans pueden venir en nuestra defensa, ofrecer todas las recetas y crear un frente unido tan fuerte que incluso ningún presentador, comentarista o voraz paparazzi pueda competir con su influencia. Somos los medios de comunicación. Ojalá la princesa Diana hubiera vivido lo suficiente para tener Instagram o Twitter. Ojalá hubiera vivido para ver a la gente convertirse en la propia prensa».