Los reyes de Holanda interrumpen sus vacaciones por la presión social
Los soberanos pretendían pasar unos días de asueto en Grecia mientras sus ministros recomiendan evitar los viajes para frenar la expansión del coronavirus.
Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda acaban de regresar a La Haya pocas horas después de haber deshecho sus maletas en su casa de vacaciones en el Peloponeso (Grecia). El matrimonio se había trasladado con sus hijas para disfrutar de unos días otoñales de asueto, pero han vuelto antes de lo previsto.
¿El motivo? Las duras críticas de políticos y ciudadanos cuando se enteraron del desplazamiento de los reyes y sus hijas Amalia, Alexia y Ariana. Por varios motivos. Primero, porque la familia real utilizó un avión del gobierno para estas vacaciones griegas. Y segundo, porque al mismo tiempo los ministros instaban a los holandeses a quedarse en casa el mayor tiempo posible debido a la crisis del coronavirus, y sobre todo evitar los viajes al extranjero.
Los reyes de Holanda reconocen su error
Esta maniobra, de la que había sido informado el primer ministro Mark Rutte, fue impugnada no solo en la Cámara de Representantes sino también en las redes sociales. Ante este clamor, el soberano holandés anunció, la misma noche de su llegada a Grecia, que interrumpía sus vacaciones.
Al respecto, en el sitio oficial del palacio, así como en sus cuentas de las redes sociales los reyes señalaron que se vieron afectados por las violentas reacciones hacia ellos. “No queremos dejar ninguna duda al respecto: para frenar el virus Covid-19, se deben seguir las pautas. La discusión durante nuestras vacaciones no ayuda precisamente».
Un regreso veloz a casa
Es misma noche el rey y su familia regresaban a Holanda. «Llegaron a Schiphol (aeropuerto de Ámsterdam), en un vuelo regular de KLM poco después de las 8 p.m.», y poco después, la bandera ondeaba en lo alto del palacio Huis ten Bosch de La Haya, indicando la presencia del Rey en su residencia oficial. Ese mismo día por la mañana, el rey Willem todavía estaba en La Haya.
Esta escapada de otoño en tierras helénicas fue realmente solo un viaje de ida y vuelta. De hecho, el rey había organizado una reunión en el palacio Huis ten Bosch el día de salida por la mañana. Había recibido en audiencia al Embajador de la República de Kazajstán a su partida. Y el día anterior estuvo junto a la reina Máxima en un encuentro, en el mismo lugar, con alcaldes sobre el tema de barrios vulnerables.