Swarovski celebra su 125 aniversario en pleno proceso de restructuración
Swarovski, prestigiosa empresa familiar de joyería del cristal, está celebrando su 125 aniversario, tras un largo y exitoso camino en los negocios. Sin embargo, las circunstancias actuales le obligan a realizar importantes cambios.
Con sede en Wattens, Austria, la empresa fue fundada en 1895 por Daniel Swarovski. Un aprendiz de orfebre en su nativa Bohemia, anteriormente un centro líder en la producción de vidrio tallado a mano, que ahora forma parte de la República Checa. En 1883, Swarovski asistió a la primera Exposición Internacional de Electricidad en Viena. Allí, inventos de pioneros como Edison y Siemens desencadenaron su búsqueda para aprovechar el poder de la electricidad para crear maquinaria para el corte de vidrio.
En 1891, Swarovski registró una patente para una máquina que podía cortar cristal con una precisión incomparable. Con la intención de hacer sus cristales accesibles a una audiencia más amplia posible, su objetivo fue crear «un diamante para cada mujer«. En la década de 1920, las joyas de cristal Swarovski ya tenían una gran demanda en todo el mundo. Sus cristales adornaban vestidos de noche, blusas, cintas para el pelo, zapatos y otros accesorios.
Décadas de artesanía y diseño único en cristal
En estos 125 años, la empresa ha tenido que lidiar con todo. Desde guerras a turbulencias financieras globales y ahora con la pandemia del covid-19. Justo en un momento en que trataba de cambiar el comportamiento y los hábitos de sus clientes. Siempre considerando que los valores fundacionales de hace 125 años son tan relevantes hoy como lo eran entonces. Hablamos de los valores de una gran empresa familiar. Valores que distinguen a Swarovski de los demás.
La marca de herencia austriaca ha sido reconocida durante mucho tiempo por ser pionera en cristales cortados con precisión, cadenas y otros elementos de joyería en todas las formas y colores del arcoíris. Pero también es famosa por su alcance global, innovaciones comerciales e historia de prácticas comerciales ambientalmente sostenibles. La austriaca sede de la empresa y el resto de sus instalaciones utilizan energía limpia para crear toda la gama de productos. Y la marca continúa su tradición de innovación empresarial y excelencia técnica al tiempo que instituye prácticas para reducir aún más su huella de carbono.
El plan de reestructuración de Swarovski
El tremendo problema sanitario que afronta la humanidad, que tan serio impacto ha tenido por ejemplo en la industria europea, ha afectado de forma muy sensible al emporio austriaco. Por ejemplo con una caída de sus ventas en casi un tercio con respecto a 2019 para un total de facturación que rondará a fin de 2020 los 2 mil millones de euros. Frente a los 2,7 mil millones (un 5 % de crecimiento con respecto al pasado año) que estimaban los planes de la compañía, antes de que el Covid-19 los desbaratase por completo. Para proteger el futuro del grupo, Swarovski se ha enfrentado a decisiones muy complicadas. Ha aprobado la reestructuración corporativa más grande en los 125 años de historia de la compañía. De hecho se estima que registrará un total de 6.000 despidos, lo que supone alrededor del 20 % del total de empleados de la compañía.
Para afrontar mejor las dificultades, la familia propietaria de Swarovski tiene la intención de ceder parte del capital social y cotizar en bolsa a corto plazo o buscar socios estratégicos. La compañía siguió el criterio de su director ejecutivo, Robert Buchbauer, el miembro más influyente de la familia del fundador. Lo hizo al reducir las actividades comerciales para el mercado de producto más asequible y centrarse en segmentos de mercado con mayores márgenes de beneficio, como la joyería. Estas decisiones han sido respaldadas por el 80 % de los accionistas.
Colección especial del 125 aniversario de Swarovski
Robert Buchbauer cree que la empresa debería ofrecer menos opciones de productos, pero más exclusivas. Y así optimizar su red de casi tres mil tiendas minoristas por, prácticamente todo el Mundo. Esta transformación tardará de dos a tres años en ejecutarse. Swarovski está gestionado conjuntamente por los miembros de la familia de quinta generación , aproximadamente 70 miembros de dicha familia. El grupo consta de tres partes: el negocio de imitación de cristal de Swarovski, Swarovski Optik (equipos ópticos) y Tyrolit (productos de molido).
A pesar de estas dificultades, Swarovski pretende celebrar tan redonda fecha, 125 años de herencia, innovación y glamour lanzando una colección muy especial. Honrando el ADN único de Swarovski, dicha colección se centra «en los diseños más vendidos y atemporales, ahora reinventado en su icónico tono azul profundo. Joyas, accesorios, un reloj glamoroso y brillantes figuras de cristal conmemoran la rica historia y el dominio de la marca. Desde la creación de sus primeros cristales facetados hasta sus innovaciones tecnológicas, la herencia y la dedicación de Swarovski a su oficio han ayudado a transformar la forma en que sus clientes puedan deslumbrar en todo el mundo».
Ha contribuido en la decoración del Rockefeller Center
Swarovski invita, desde su página web, a descubrir esta inconfundible colección del 125 aniversario: un futuro clásico para llevar y un tesoro para los años venideros. En este, su 125 aniversario, otro de los objetivos de la compañía es presentar líneas de joyería y relojes pulidos siguiendo criterios de responsabilidad medioambiental. «Reducir el embalaje en un 80 % para el final de nuestro año 2020», indicó Buchbauer, tataranieto del fundador de la empresa.«Sé que esto está ejerciendo presión sobre nuestros empleados, pero la iniciativa es ambientalmente responsable y perfectamente en sintonía con la filosofía de nuestro fundador «. Buchbauer, quien fundó la división de relojes de Swarovski en 2009, está justificadamente orgulloso de la herencia de la marca.
Además, en esta Navidad tan especial para todos, Swarovski ha contribuido en la decoración del tradicional y gigantesco árbol de Navidad del Rockefeller Center de Nueva York. Lo ha hecho con 3 millones de cristales insertados en la estrella. Un diseño de Daniel Libeskind que corona este imponente abeto de 23 metros de alto y 11 toneladas. Ojalá que esta estrella, plagada de cristales de Swarovski no solo ilumine la Navidad sino también mande rayos de esperanza para vencer al virus y sus consecuencias.