Meghan Markle quiere resolver cuanto antes sus problemas con la prensa
La duquesa de Sussex insiste en su argumento ante el juez que debe decidir en el caso que mantiene contra una parte de la prensa británica.
Meghan Markle quiere evitar al máximo un juicio público sobre sus problemas con la prensa británica. Así se lo habría hecho saber a los abogados que la representan en la denuncia contra la empresa editora de The Mail on Sunday. Por boca de ellos, la actriz le habría vuelto a pedir al magistrado que le dé la razón y no lleve a juicio el asunto. El caso se fundamenta en la publicación por parte de este medio británico de varios extractos de una carta personal que Meghan Markle envió a su padre en agosto de 2018. Los abogados de la actriz le han dicho al juez que dicha misiva era «intrínsecamente privada, personal y delicada» y que nunca debió hacerse pública.
La nueva línea argumental de Markle y sus abogados incide en la premisa de que la actriz envió la carta a su padre con una clara intención personal e íntima. En palabras de sus abogados, recogidas por el Daily Mail, la misiva refleja «amor constante» de la duquesa por su padre, de 76 años, en unos momentos además muy delicados para su salud. En el momento de su recepción, Thomas Markle se recuperaba de una operación por un problema coronario. Argumento oficial por el que no acudió a la boda de la actriz con el príncipe Harry.
Los abogados de Meghan Markle intentan buscar una salida a este asunto
Meghan Markle y su equipo legal deberían estar precisamente este mismo mes de enero defendiendo sus argumentos en el juicio que estaba previsto. Pero ella misma solicitó en otoño un aplazamiento argumentando causas personales. A finales de noviembre conocíamos los problemas psicológicos derivados del aborto espontáneo que sufrió el verano pasado. Algo que la misma duquesa de Sussex confirmó a través de una columna de opinión publicada en The New York Times. El juez estimó el aplazamiento del caso y el juicio aún está pendiente de celebración en una fecha aún por establecer el próximo otoño.
Los abogados de la firma editorial demandada esgrimen que la misiva no fue tan personal ni tan privada. Entre otras cosas porque la propia Meghan Markle se la habría mostrado a varios miembros de su departamento. La carta por lo tanto habría podido pasar de mano en mano por varias personas en el propio Palacio de Kensington, como el propio Jason Knauf, director de comunicación. La defensa llevaría al estrado a varios testigos que confirmarían que la carta o un borrador de la misma estuvo en manos de varios colaboradores.