Melania pasa del luto de Washington a la luz de Florida
Melania Trump inicia una nueva vida en Florida con gestos que demuestran su alivio por dejar atrás la Casa Blanca.
Melania Trump cumplió a medias con otra de las tradiciones que asumen las primeras damas de los Estados Unidos antes de abandonar la Casa Blanca y empezar su nueva vida en Florida. Suele ser habitual que ellas mismas redacten unas notas de despedida para los funcionarios y trabajadores que han hecho más llevadera su estancia en la residencia oficial. Un recuerdo personal que muchos de ellos guardan como un tesoro durante años. En el caso de los Trump y según revela la CNN, las notas no fueron redactadas de forma personal por Melania.
Se estima que unos 80 miembros del personal interno de la Casa Blanca (cocineros, personal de limpieza, mantenimiento…) recibieron una nota de despedida firmada por ella. Su aportación fue sólo esa. Su firma. Lo demás fue creado al parecer por un colaborador al que la primera dama encargó el trabajo. Las mismas fuentes aseguran además que a Melania Trump no se le ha visto en las últimas semanas especialmente afectada por dejar la Casa Blanca.
Melania Trump escoge un look colorido para su llegada a Florida
Algo que quedó reflejado en su último acto público acompañando a su marido mientras abandonaban a toda prisa la residencia oficial camino del lujoso Mar-a-Lago, en Florida. La eslovena sacó de su armario toda la artillería disponible. Exclusividad al alcance de muy pocos en el atuendo con el que salió de la Casa Blanca de la mano de su esposo. Y muchos mensajes en el mismo. De negro riguroso; a modo de funeral. Y repleto de marcas europeas; las mismas a las que su marido ha frito a aranceles. Vestido de Dolce & Gabbana, chaqueta de Chanel, tacones de Christian Louboutin y su fastuoso Birkin de Hermès que está valorado en unos 70.000 dólares.
Lo quiera o no, a Melania Trump se la va a recordar en estos cuatro años más por sus gestos, poses y escenografía que por sus palabras o actos. Por eso no es de extrañar que la llegada a su nueva residencia fuera totalmente diferente. De la oscuridad, a la luz. Del luto de Washington, en todos los sentidos, a la vida en Florida. Melania escogió un colorido caftán de Gucci y se bajó por primera vez en mucho tiempo (y sonriendo) de los tacones infinitos. Quizá para estar más cerca de los placeres terrenales.