La turbia amistad de Bill Gates que nunca gustó a Melinda
La esposa de Bill Gates nunca vio con buenos ojos la relación de su marido con Jeffrey Epstein, el millonario que se suicidó en agosto de 2019 tras ser detenido por abuso de menores.
Melinda Gates llevaba tiempo meditando una separación de su marido. Eso es al menos lo que se desprende de la información adelantada este fin de semana por The Wall Street Journal sobre el tema. El rotativo asegura que la esposa de Bill Gates comenzó a tener serias dudas sobre su sólida relación con su marido cuando se enteró de los vínculos que le unían a Jeffrey Epstein. La esposa del fundador de Microsoft comenzó a sondear con sus abogados la posibilidad de una separación en octubre de 2019.
Sucedió al poco de que el New York Times publicara un artículo sobre la amistad de Gates con Epstein, que se suicidó en su celda en agosto de 2019 cuando esperaba juicio por cargos de violación, pedofilia y abusos sexuales a menores. Según estas informaciones, la amistad de Bill Gates con Jeffrey Epstein habría comenzado sobre 2011, tres años después de que Epstein fuera condenado por delitos sexuales contra menores.
Melinda Gates nunca vio con buenos ojos la amistad de su marido con Jeffrey Epstein
La propia Melinda se habría mostrado contraria a esta relación de su esposo y así se lo habría hecho saber en numerosas ocasiones a lo largo de la última década. El presunto depredador sexual habría pernoctado más de una noche en el apartamento que los Gates poseen en Manhattan. Los abogados de Melinda están perfilando el entramado de una demanda de divorcio que en principio se planteaba como amistosa. Quizá no lo sea tanto a la vista de estos detalles.
Por lo que se conoce, los términos del reparto de la fortuna familiar están fijados en la petición oficial de divorcio que ambos presentaron el pasado 3 de mayo. Se estima que el matrimonio atesora un patrimonio de unos 124.000 millones de dólares. La pareja no firmó acuerdo prematrimonial antes de su enlace, hace 27 años. Gran parte del pastel se encuentra en acciones de Microsoft o de los hoteles Four Seasons. Pero también tienen un importante patrimonio inmobiliario, incluido un complejo residencial valorado en 131 millones de dólares en el oeste del estado de Washington. Entre su colección de arte conocida figuran bocetos y escritos de Leonardo da Vinci.