Ana Obregón se despide de su madre: «Cuida mucho de mi niño hasta que yo llegue»
La madre de Ana Obregón fallecía este sábado a los 95 años, tan solo unos días después del primer aniversario de la muerte de Aless Lequio.
Justo un año después del fallecimiento de su hijo Aless Lequio, Ana Obregón vuelve a enfrentarse a la pérdida. Su madre, Ana Obregón Navarro, fallecía este sábado a los 95 años, dejando a la presentadora y su familia desolada. Una dura marcha que sume de nuevo en la tristeza a la presentadora, que estos días se refugia en sus hermanas y en Alessandro Lequio, para mitigar su dolor. La actriz dice adiós a su madre y le dedica un emotivo y desgarrador mensaje, en el que también se acuerda de su hijo.
Ana Obregón se despide de su madre
La madre de Ana Obregón, Ana Obregón Navarro, arrastraba desde hacía años varios problemas de salud. Los mismos que la llevaron el pasado mes de abril a permanecer varios días ingresada en una clínica madrileña. Junto a ella estuvieron sus cinco hijos y en especial su tocaya, quien no se separó de ella a pesar de los duros recuerdos que le traía el hospital. «Volver a este hospital ha sido una vuelta al infierno. Mamá, que sepas que te tengo agarrada de las manos muy fuerte porque te necesito a mi lado más tiempo«, contaba la actriz.
Sin embargo, la matriarca de la familia no ha podido superar este último bache y fallecía el sábado dejando a la familia destrozada. Todos ellos acudían visiblemente afectados al tanatorio de La Paz para darle el último adiós. Ana Obregón lo hacía acompañada de sus hermanas Celia y Amalia, en las que se apoyaba para poder caminar. A pesar de cubrir su rostro con la mascarilla y unas enormes gafas negras, no podía ocultar su triste expresión. Y es que el fallecimiento de su madre se produce tan solo unos días después del primer aniversario de la muerte de su hijo Aless.
Ana, que fue incapaz de pronunciar palabra durante la despedida, ha utilizado las redes sociales para dedicarle un emotivo adiós y encargarle una tarea muy importante: cuidar de su hijo. «Ahora los dos amores de mi vida están juntos para siempre. Mamá cuida mucho de mi niño hasta que yo llegue que espero sea pronto; y dile que le quiero más que a mi vida. Os amo desde siempre y para siempre», escribía Ana Obregón junto a una foto de su madre y ella, cuando era un bebé.
Alessandro Lequio, su gran apoyo
Este varapalo vuelve a dejar a Ana Obregón sumida en una profunda tristeza, de la que se refugia en sus hermanas Celia y Amalia, a las que se abrazaba a la puertas del tanatorio. La familia se enfrenta de nuevo a un duro trance en el que cuentan también con el apoyo de Alessandro Lequio, quien no dudaba en asistir a la despedida para estar cerca de Ana y la familia en este difícil momento. Ahora, tanto Ana Obregón, como sus hermanos y sobrinos, se centra en cuidar de su padre, Antonia García, que acudía al tanatorio junto a sus hijos sentado en una silla de ruedas, para despedirse de la que ha sido su mujer durante 70 años.