¿Quién querría vivir en un búnker? Pues a priori, casi nadie, o eso pensé hasta que leí a unos arquitectos en Twitter hablar de las maravillosas obras de arte ejecutadas con esta filosofía. Pese a ello, la idea de vivir en un bunker no convenció, hasta que vi la nueva mansión de Ivanka Trump y Jared Kushner. Ahora quiero vivir en él.
Y es que el búnker de Trump y Kushner no deja de ser un sitio compartido con otras personas. Se conoce como “Billionaire Bunker” y se trata de una isla privada en Miami llamada Indian Creek Island, con un enorme campo de golf y rodeado de 40 parcelas, de las que sólo 33 están construidas.
Hace poco os contamos que la pareja había comprado un solar que pertenecía a Julio Iglesias, pues parece que éste les pareció poco poco, y han terminado comprando una nueva propiedad en la isla.
La mansión les ha costado la friolera de 24 millones de dólares, unos 20,4 de euros. Si sumamos esta a los 31,8 millones de dólares, 27 de euros, que abonaron por el terreno de Iglesias, supone una generosa inversión en la isla. Por supuesto, el edificio no tiene desperdicio alguno. Ocupa 790 metros cuadrados de superficie, divididos en dos plantas sobre un solar de 5.000 metros cuadrados, en una zona muy especial, ya que es el primer solar a mano derecha cuando entradas a la isla.
La propiedad se delimita mediante un frondoso muro vegetal que da en su parte trasera a un pequeño embarcadero propio, y en la delantera a una elegante entrada. Sin embargo, lo primero que ves al visitar la casa Trump-Kushner no es la vivienda, sino un generoso estanque rectangular, flanqueado por abundante vegetación, árboles tropicales y especies autóctonas.
El estanque divide el camino peatonal en dos, aunque existen otros dos caminos para vehículos. El de la izquierda da directamente al garaje de la mansión, y el de la derecha se utiliza para dejar invitados o recibir al fontanero. Durante el paseo hasta la puerta principal de la casa podrás ir degustando el diseño clásico del inmueble, donde dos alas exteriores resguardan un frontón triangular, sostenido por columnas jónicas.
El edificio emana un aroma clásico en sus formas. El clásico dice que Roma no se conquistó en un día, así que los diseñadores del inmueble tuvieron a bien apostar por la confluencia de estilos, siendo evidente el neoclásico en el exterior, mientras que el interior ostenta una maraña de lujo contemporáneo. Todo muy bien argumentado.
Cruzando la puerta del inmueble encontramos la perla más valiosa: una escalera doble digna de recorrerse lentamente, ésta da acceso a la planta superior, mientras el techo abovedado sostiene una enorme lámpara de araña. Conscientes de la belleza del lugar, los anteriores propietarios tuvieron a bien colocar unos cómodos sillones bajo la escalera.
La vivienda, como no puede ser menos, aprovecha el buen clima de la región para abrirse en todas sus fachadas, proporcionando luz y ventilación con numerosas carpinterías, a base de tonos oscuros para realzar sobre los paredes de tonos claros. No en vano, cuenta con seis dormitorios con baño independiente cada uno de ellos, siendo la mejor la habitación principal, con dos baños En total, la mansión posee nueve baños.
El interior de la vivienda se ha reformado hace poco. La cocina tiene muebles blancos, encimera de granito con pecho paloma, con frontal del mismo material, y una mesa de madera para degustar el desayuno. La oficina tampoco se queda atrás, con paneles de madera, o el comedor, que está colocado en una esquina para tener mejores vistas. También el gimnasio, donde puedes tonificar cuerpo y alma, o la sala familiar de diversión o sala multimedia.
Mármoles en casi todos los baños, vestidores muy elegantes y acogedores, varias chimeneas de gas muy bien adornadas, aire acondicionado de falso techo en casi todas las estancias, moquetas de distintos diseños para los dormitorios, cada uno de los cuales tiene su propio estilo, y paredes con pinturas o papeles de distintas motivaciones, son alguno de los destalles más lujosos.
Pero lo mejor se esconde a los ojos. La mansión posee un juego de piscinas en la parte trasera de la vivienda que hará las delicias de sus nuevos propietarios. Además están protegidas por unas simpáticos estatuas de leones. Las piscinas están rodeadas de naturaleza y que se pueden disfrutar desde la enorme terraza de la planta alta, bordeada con 19 columnas jónicas de adorno. Una opulencia muy elegante y bien distribuida.
Por supuesto, la isla no es ajena a los famosos. Entre los vecinos de Ivanka se encuentran la supermodelo Adriana Lima o la recién llegada pareja Tom Brady y Gisele Bündchen. Todos disfrutarán de la seguridad 24 horas, campo de golf de 18 hoyos, y una única entrada y salida. Vamos, un bunker de oro.
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