La fiscal del caso Alec Baldwin investiga el uso de armas reales en el rodaje
La fiscal que investiga el tiroteo protagonizado por Alec Baldwin y que mató a Halyna Hutchins ve indicios de delito penal en un rodaje caótico.
Miembros del equipo usaron el arma que dieron a Alec Baldwin para disparar latas en los tiempos muertos del rodaje. Esta es una de las conclusiones que tienen sobre la mesa el fiscal y el juez que investigan el lamentable suceso que acabó con la vida de Halyna Hutchins y causó heridas al director Joel Souza. En el momento del incidente, Alec Baldwin ensayaba un tiroteo con el arma, que minutos antes le había entregado el primer asistente de dirección, David Halls, al grito de «arma fría».
Las sospechas se centran sobre este miembro del equipo, que no habría inspeccionado correctamente los cartuchos que portaba el revólver. Debían ser de fogueo, pero era munición real. La fiscal del distrito del condado de Santa Fe, Mary Carmack-Altwies, no descarta cargos penales contra él, pero también contra otros miembros del equipo. Ha declarado a The New York Times que el arma de fuego utilizada en el incidente era un arma «legítima» y «apropiada para la época antigua», no se trataba de un arma simulada.
El arma usada por Baldwin estaba cargada con balas
A la fiscal le llama la atención también la enorme cantidad de munición real que se encontró en el set de rodaje. Por ello ha pedido una investigación más detallada para conocer el origen de las mismas. Y de paso los motivos por los que en la película Rust se estaban usando balas, algo que la legislación en este sentido prohíbe terminantemente.
En los informes se detalla además que ese mismo revólver fue usado por algunos miembros del equipo para hacer pruebas de tiro. En concreto, dispararon contra latas de cerveza durante algunos descansos, en una clara violación de las normas en un entorno laboral cinematográfico. Se desconoce si el actor participó en esas actividades.
Un testigo le dijo a The Wrap News que el mismo jueves, horas antes del fatídico suceso, algunos miembros del rodaje convirtieron en un improvisado campo de tiro una zona del Rancho Bonanza Creek de Santa Fe. La policía requisó de la escena del crimen tres armas de fuego. La responsabilidad sobre las mismas recaía en Hannah Gutierrez-Reed, de 24 años, la armera contratada para la producción. Cuentan que no tenía mucha experiencia y que llegó a dejar desatendidas las pistolas sobre una mesa en muchos momentos del rodaje.