Bodegas Matarromera, una bodega del siglo XXI gracias a la Inteligencia Artificial
Bodegas Matarromera se presenta como ejemplo de éxito al introducir la IA de Microsoft en sus gestiones del día a día.
Septiembre es el mes más importante para las bodegas españolas porque en la mayoría de ellas se inicia la vendimia. Es decir, la cosecha de la uva que meses o años más tarde tomaremos en forma de vino. Unas semanas de trabajo frenético en las que, desde hace tiempo, la tecnología se ha unido a la tradición.
Y es que la vendimia ha cambiado mucho en los últimos años. Ya no es ese proceso 100 % manual en el que los vendimiadores recogían, seleccionaban y pisaban la uva. Hace tiempo que la maquinaria hizo más fácil el proceso de recogida y selección, subiendo ahora un peldaño en la eficiencia gracias a la Inteligencia Artificial. Un avance que forma parte importante de Bodegas Matarromera.
Un clásico del vino español
La bodega, fundada por Carlos Moro en 1988, lleva 30 años produciendo, según nos explican, «uno de los mejores vinos del mundo». Algo debido, en gran parte, al lugar privilegiado en el que se encuentran sus viñas, al abrigo del valle del Duero, entre los pueblos de Olivares y Valbuena.
No obstante, Bodegas Matarromera es mucho más, pues cuenta con otras 11 bodegas repartidas por toda la geografía española. De hecho tienen presencia en siete denominaciones de origen como son Ribera de Duero, Toro, Rueda, Cigales, Rías Baixas, Rioja y Ribeiro.
La vendimia en Bodegas Matarromera
En su sede principal de Valbuena están ahora mismo vendimiando y, aunque este proceso se hace a mano, como toda la vida, una vez que la uva llega a la bodega entra en funcionamiento la tecnología.
Tras recoger los racimos de uva, éstos llegan a una máquina en los que se hace la primera selección. Primero se elimina el racimo como tal, dejando las uvas sueltas, y después un sistema de visión artificial analiza la forma, el color y el interior de cada una. De esta manera la máquina escoge las mejores uvas y las que no valen las desecha con aire comprimido.
Así pasa con todas y cada una de las uvas que convertirán después en las 150.000 botellas de los vinos de más alta gama de la bodega. Y es que, como dice Julio Pinto, CEO de Bodegas Matarromera: «Para hacer mejores vinos necesitamos la mejor información».
Una bodega del Siglo XXI gracias a la IA
Esa información es una de las claves de Matarromera, a la que podríamos calificar como bodega del Siglo XXI. Y es que, en 2007, con ayuda de Microsoft, la compañía inició un proceso de transformación digital para disponer de la información y datos de todas sus bodegas en una nube. Ésta se ha ido actualizando de forma automática a través de diferentes fuentes, proporcionando información al minuto y desde cualquier parte del mundo.
Hablamos de información como datos meteorológicos, nivel de producción de las viñas en cada añada y bodega, información de los puntos de venta, gestiones con los clientes, áreas financieras o incluso el número de uvas que la máquina de la que antes hemos hablado desecha.
Toda esos datos la bodega los recoge desde hace años VinoTec, una aplicación desarrollada por TIPSA a través de Dynamics 365 Bussines Central, y pensada específicamente para el sector vitivinícola. Pero ahora esta aplicación ha adquirido un nuevo sentido con la aparición de la IA.
La gestión de Copilot
Y es que la Inteligencia Artificial también ha llegado a las bodegas Matarromera y lo ha hecho a través de Copilot. Se trata de una herramienta de la IA que funciona de forma parecida a lo que es el Chat GPT que todos conocemos, pero aplicado a un campo específico, en este caso el vitivinícola.
Este Copilot cuenta con una capacidad muy superior de procesar y analizar datos en tiempo real agilizando los procesos de la bodega y ofreciendo en apenas unos segundos informes completos de, por ejemplo, las ventas de vino Matarromera desde 1994 hasta hoy, o árboles de trazabilidad que nos permiten saber hasta qué viñedo exacto ha producido el vino que me estoy bebiendo.
De esta manera, el trabajo de gestión de la bodega se hace más sencillo y ágil. Y todo gracias a una IA que apenas tiene un año y medio de vida. Además, no solo se aplica al mundo del vino, se puede extrapolar a todo tipo de empresas. De hecho, la idea es que llegue a las pymes, a las cuales ayudaría a simplificar el trabajo y mejorar las tareas del día a día.
Aunque hay que aclarar que la entrada de la IA de Microsoft en una empresa no significaría la eliminación de puestos de trabajo. Copilot es herramienta de ayuda y, como dice Julio Pinto: «La IA nunca podrá saborear el vino«.