Desde hace tiempo, Antoine Griezmann repite sin ningún reparo que él, a quien de verdad admira en el fútbol, es a David Beckham. Es el modelo en el que se inspira para proyectar su imagen. La ropa, el glamour, la clase y elegancia del futbolista inglés que le llevaron en su día a ser un formidable producto de marketing, se han convertido en el espejo en el que se mira Griezmann, que pretende llegar a ser el nuevo Beckham del fútbol mundial.
Ese fue el motivo por el que el francés se puso, hace unos años, en manos de 4Success, una consultoría experta en estrategia de comunicación y marketing, que se encargaría de elevar su valor comercial en paralelo a su imparable crecimiento como deportista profesional.
Hoy nadie discute a Griezmann como uno de los mejores futbolistas del mundo. Sus títulos con Francia y el Atlético de Madrid en orden colectivo y sus nominaciones al balón de oro, The Best y otros premios internacionales a nivel individual, así lo ponen de manifiesto. La reciente renovación con su club hasta el año 2023, con cifras millonarias que lo convierten en uno de los deportistas mejor pagados del planeta, le colocan en la rampa de salida del éxito. Pero junto a los goles, los trofeos y el liderazgo que le otorga la pelota, Griezmann ya saborea parte de su gran anhelo, las casas comerciales se lo rifan, la publicidad le rodea y el marketing parece haberle elegido.
Su gran sueño se va haciendo realidad y Antoine Griezmann empieza a ser considerado como el nuevo Beckham del fútbol mundial. Lejos quedan aquellos tiempos donde, con apenas 13 años, la Real Sociedad lo captó para formarlo desde el fútbol francés, que no le había aceptado en sus academias por su apariencia frágil. Era una de esas apuestas arriesgadas para un niño que, años después, dejaría en la tesorería txuri urdin 30 millones de euros al fichar en 2014 por el Atlético de Madrid.
Desde temprana edad ya se vio que aquel niño con cara de chico travieso tenía algo distinto a los demás. Y no eran precisamente los calzoncillos de Bob Esponja con los que salía siempre a jugar, porque decía que le daban suerte, y por los que sus compañeros le gastaban cientos de bromas. Le gustaba cuidar su imagen, sentirse admirado, era un obseso de su pelo, de las últimas tendencias en la moda; cualquiera que lo viera se daba cuenta rápidamente de que contaba con un potencial comercial importante y que, si su fútbol le acompañaba, estábamos ante un deportista con galones mediáticos.
Desde su llegada al equipo rojiblanco, Griezmann no ha parado de crecer, futbolística y mediáticamente. El título de campeón del mundo con Francia y su papel relevante en el equipo, han facilitado un salto cualitativo como estrella emergente de la publicidad y el marketing, que él, escrupulosamente, va alimentando. Lo hace con una imagen inocente, divertida, ajeno a grandes polémicas y muy al tanto de las tendencias juveniles de hoy en día, que se manifiestan al celebrar su goles. La última, el baile Take The L, del popular videojuego Fortnite Battle Royale o en los múltiples spots publicitarios que va realizando con las empresas, cada vez más numerosas, con las que ya tiene acuerdos: Puma, EA Sports, Xbox, Gillette, Head&Schoulders, Beats, Sport 2000 o la multinacional China de tecnología Huawei.
Un factor determinante en el salto de calidad de Griezmann como icono del marketing ha sido la decisión de Puma de posicionarse de nuevo en el mercado y competir abiertamente con Nike (Cristiano Ronaldo) y adidas (Messi). La llegada del rapero Jay-Z como director creativo de la compañía alemana, ha dado un impulso a la nueva estrategia de Puma, otorgando trato de super estrella al jugador francés y elevando sus ventas un 33% en los últimos tiempos.
El ejemplo son la botas que Griezmann estrenó hace unos días con motivo del partido jugado frente al Real Madrid y que resultan todo un espectáculo en diseño y tecnología. Para ello, Puma le pidió al jugador su opinión, su deseo y luego lo puso en manos del artista francés, Pierre Navarro Maheva Blanchet, conocido como Orravan Design, quien, a partir de algunas características del futbolista, elaboró una bota de última generación, con los colores y escudo del Atlético de Madrid, la bandera francesa, dos caricaturas del festejo Fortnite y al jugador luciendo la camiseta de Francia y Atético con los títulos mundial y de Europa League, conseguidos recientemente.
Millones de seguidores en las redes sociales avalan la candidatura de Antoine Griezmann como nuevo icono y gran producto del marketing y la publicidad. Él sigue creciendo en lo deportivo, mientras se deja querer por la cámara, como hacía su admirado Beckham, ese ídolo del glamour y la seducción, al que siempre se quiso parecer y con el que las distancias se acortan.
*Imagen de portada: Puma.
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